Consulte a Alazraki
Carlos Alazraki cada día duerme menos. Además de sus clientes tradicionales y de su inmersión, tal vez accidental, en la mercadotecnia electoral, el publicista llega a la pantalla chica... Y con ganas de quedarse.
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Desde septiembre el público de TV Azteca pasa, una vez por semana, una velada con la ex de Televisa, Anabel, en un programa de Alazraki Producciones. A lo largo de una hora, y en un ambiente de talk show, la animadora además de realizar sketchs recibe a varios invitados –entre los que se incluyen personalidades políticas– con los que conversa en tono relajado. Una manera de cerrar el día olvidando las preocupaciones, pero también una excusa para que se reabra el debate sobre la banalización de ciertos personajes públicos y temas considerados solemnes. “Los que hablaron son los intelectuales... y esos son una bola de amargados. Si no son capaces de reírse de sí mismos, qué quieres. La posición debe ser la de alguien que quiere entretenerse y conocer a un tío que es humano. Si lo que te interesa es el discurso político, tienes que ver otro programa”, sentencia Alazraki.
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En el primer programa la presencia de Madrazo, en el segundo: Bartlett... Y así sucesivamente. Y a pesar de que Televisa lo logró, invitar a Labastida esta vez puede ser algo más complicado. “Vamos a invitarlo, como a todos, y él decidirá lo que hace”.
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Si está usted pensando que no es una casualidad que el cliente más conocido de Alazraki inaugurara el programa, parece que se equivoca: si Madrazo fue el invitado número uno, se debió a que ambos hacen buenas migas... Para el publicista, la separación entre su carrera tradicional y la mercadotecnia política es total. Su “segunda chamba”, dice, es más fruto del azar. “A mí me han ido invitando a colaborar en campañas electorales, y casi sin querer he ido aceptando. Yo lo veo más por destino que otra cosa...”
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A él han recurrido, hasta ahora, políticos como Colosio, Ernesto Zedillo, Del Mazo, Montiel o Madrazo. Casi todos triunfadores, y todos miembros del PRI. “Esa es otra de tantas casualidades. Yo para aceptar un cliente lo que veo es si tiene posibilidades de ganar o no. Y sí, creo en Madrazo pero en el ser humano. No se puede tener una relación comercial con un partido político”.
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Ante quien critica la “simpleza” de la campaña de Madrazo, responde: “Todos mis anuncios son, desde el punto de vista creativo, muy simples. Al electorado se lo estoy poniendo muy fácil. Le estoy hablando en mexicano”.
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Y con la misma tranquilidad afirma que después de las elecciones se retira de la política. “Me divierte mucho hacer la publicidad para la iniciativa privada y me divierte mucho hacer mi televisión y me quiero seguir dedicando a ello”. También es productor en serio. Ya hay dos nuevas emisiones en puerta: El tribunal del Pueblo, algo así como la historia del rey David, y Sexos Opuestos, un concurso juvenil, producido por sus dos hijos. Ambos en TV Azteca. “Entienden (en Azteca) que son una empresa de transmisión de programas de televisión. Dan la oportunidad a productoras independientes”.