Cómo hacer una presentación sin que los pensamientos fatalistas te dominen y te sude la frente.
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Prepárate: La ‘inspiración’ no existe. Redacta un resumen de los puntos importantes.
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Lecturas: Entrenamiento especializado (coaching) o los venerables textos de Dale Carnegie, que sirven para el manejo emocional.
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Conecta con los otros: Pensar en cómo te sientes activará más los nervios, mejor enfócate en lo que tu público siente y quiere.
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No es personal: Si aparecen preguntas incómodas, haz como los políticos: respira y piensa antes de responder visceralmente.
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Información al vuelo: A veces el nerviosismo es, en realidad, falta de información. Esto se remedia teniendo datos a la mano.
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RT: @angelicafuentes. Si el miedo te paraliza al hablar en público, prepara con cuidado la información, ensáyala y antes de empezar: respira profundamente (2 min). Angélica Fuentes, presidenta de Omnilife en Twitter el 29 de abril de 2011.
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FUENTE: Dr. Juan Antonio Acevedo, Departamento de Psicología en la UDLAP.