Corralones
Aunque su recuerdo está ligado al escalofrío de una de las páginas más negras del terrorismo fiscal, lo cierto es que en el expediente del ex subsecretario de Ingresos de Hacienda, Francisco Gil-Díaz, está escrita en letras rojas y mayúsculas su hazaña de abatir la cresta de los impuestos personales de 60 a 35%...
-
...incrementando al mismo tiempo en casi idéntica proporción el nivel de ingresos del fisco.
-
El inaudito lo recordaba hace unos días el que fuera su jefe en la dependencia y antes de ello su alumno en la cátedra de economía del ITAM: Pedro Aspe Armella, ante un auditorio “Raúl Baillères” pleno de funcionarios y ex funcionarios públicos; banqueros y ex banqueros; académicos y ex académicos...
-
Naturalmente, la fiesta de la memoria, en ocasión del nombramiento como maestro emérito de la institución educativa del también ex subgobernador del Banco de México y hoy director general de Avantel, no alcanzó a refrescar las tandas de calificativos que se le endilgaron a su paso por Hacienda al ex funcionario público, el más terso de los cuales lo ubicaba con el alma extraviada...
-
Lo cierto es que la proeza –labios blancos, sudores de espalda y consignaciones penales de evasores y elusores fiscales al calce–, condensó el sueño de reforma fiscal de los empresarios mexicanos: Menos impuestos con más recaudación.
-
Dicho con todas las letras, no más sustos por la caída en el precio internacional del petróleo, y al mismo tiempo, no más cargas que retraigan la posibilidad de inversiones productivas.
-
Casi el paraíso.
-
El problema es que nadie quiere apostarle al equilibrio.
-
El punto central, el meollo del asunto, lo desnudó hace unos días el secretario de Hacienda, José Ángel Gurría, al señalar que está en las manos de los señores diputados el homologar las tasas del IVA... para fortalecer el gasto social del gobierno.
-
¿Qué fracción legislativa le gusta para que tome la iniciativa de subir de cero a 15% el impuesto al consumo de medicinas y alimentos?: ¿El PRI para fortalecer las posibilidades de su candidato a la Presidencia, Francisco Labastida Ochoa, o para robustecer el desaliento de los madracistas?
-
¿El PAN, para exhibir en la práctica la promesa de campaña de sus legisladores de luchar por abatir nuevamente del 15 al 10% la tasa del gravamen del que no se salva uno solo de los mexicanos?
-
¿El PRD, para desmentir las acusaciones de populismo?
-
La paradoja del caso es que hace un año el gobierno se había decidido a dar el paso, si bien gradualizando o si lo prefiere dosificando la medida... sólo que al final del día pesó más en la balanza la necesidad de lanzar toda la carga del cabildeo a favor de la regularización del rescate bancario...
-
Y la paradoja del caso, si nos vamos más lejos, es que habiéndose inyectado la amarga medicina de la regularización fiscal de la economía informal o subterránea en la Miscelánea Fiscal de 1997, la Secretaría de Hacienda debió dar marcha atrás ante la presión de los ambulantes organizados y de los locatarios de los mercados.
-
Es decir de los votos.
-
Y si nos vamos todavía más lejos, en 1995, al fragor de lo más copioso de la tempestad, a cuya vera algunas empresas debieron usar la recaudación del IVA como paraguas... para cubrir la nómina, al subsecretario de Ingresos de Hacienda, Pedro Noyola, le prohibieron hacer pública una lista de empresarios sorprendidos en flagrancia como evasores.
-
El argumento era simple: No se puede lanzar más gasolina al fuego.
-
Digamos que mientras la Secretaría de Hacienda, tan molesta por la politización del asunto Fobaproa, no despolitice el tema fiscal, y las cúpulas empresariales no reconozcan como devoción la obligación, difícilmente habrá reforma fiscal integral a la medida del país.
-
Por lo pronto, habrá que empezar los trámites para canonizar al diablo de Francisco Gil-Díaz.