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Cuando falla el financiamiento

Los suicidios entre los deudores en India demuestran cómo la ambición por las ganancias corrompe l
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

El 8 de octubre, Tanda Srinivas estaba descansando en el patio de su casa de dos cuartos en el poblado de Mondrai, India, cuando Shobha, su esposa, salió despedida por la puerta, envuelta en llamas y gritando en busca de auxilio. La mujer de 30 años, madre de dos niños, se había rociado con dos litros de querosén y encendió un cerillo. El día anterior, la pareja sostuvo una violenta discusión sobre cómo harían para pagar los múltiples préstamos que, como muchos habitantes del pueblo, habían adquirido, cuenta Venkateshwarlu Masram, el médico que llamó a la ambulancia. Shobha, líder de numerosos grupos de mujeres prestatarias, estaba siendo presionada para pagar los intereses de su préstamo de 12,000 rupias (265 dólares). Los prestamistas también le estaban exigiendo que respondiera por los préstamos de otras mujeres. Cuando Srinivas trató de sofocar las llamas con una cobija, sus prendas de poliéster se prendieron. En menos de tres días murieron ambos padres, dejando huérfanos a sus hijos. El abuelo enfermo de 70 años y la abuela ciega dicen que ellos cuidan de Aravind y Upender, de 10 y 13 años, respectivamente, en el pueblo agrícola donde muchos hombres se ganan la vida recolectando extracto de palma para la elaboración de bebidas alcohólicas.

- La horrible escena en Mondrai, a 80 kilómetros de la ciudad de Warangal, se repite con múltiples matices en An-dhra Pradesh, el quinto estado más grande de India, donde se concentraba un tercio de los 5,300 MDD de préstamos en microcréditos al 30 de septiembre de 2010. Allí, del 1 de marzo al 19 de noviembre, se suicidaron más de 70 personas para escapar de los pagos o para terminar con la agonía que desataron las deudas, de acuerdo con la Sociedad para la Eliminación de la Pobreza Rural.

- Andhra Pradesh, el estado donde tres cuartos de sus 76 millones de habitantes viven en áreas rurales, sufrió un total de 14,364 casos de suicidio en los primeros nueve meses de 2010, según la policía del estado. A mediados de octubre, el incremento de muertes relacionadas con los microcréditos instó al estado a tomar medidas drásticas con respecto a las prácticas de cobros, explica Reddy Subrahmanyam, secretario principal de Desarrollo Rural. “Toda vida es importante”, dice. El 8 de noviembre, la policía arrestó a dos gerentes de Share Microfin, por supuesta incitación a otro suicidio, en este caso, el de una madre de 22 años.

- Mientras India lucha por brindar educación, cuidado de la salud y empleos a millones de personas que aún están sumidas en la pobreza, los préstamos de pequeñas cantidades a los más necesitados del mundo para ayudarlos a ganarse la vida han dado un giro perverso. El microcrédito se ha ‘Walmarizado’ con la venta descontrolada de productos baratos a los más pobres, señala Malcom Harper, director de la empresa clasificadora de riesgo Micro-Credit Ratings International. “Hay que ser mucho más responsable para vender deudas a mujeres analfabetas de Andhra Pradesh”.

- Se perdió el objetivo
K. Venkat Narayana, profesor de Economía de la Universidad Kakatiya, en Warangal, realizó un estudio sobre cómo los prestamistas de microcréditos convencen a los grupos de mujeres para que adquieran los préstamos. “Se suponía que los microcréditos iban a servir para empoderar a las mujeres. Los responsables de los organismos de microfinanciamiento revirtieron el progreso social y económico”, dice.

- La pujante industria del microcrédito en India es parte de un fenómeno global que se inició como un movimiento caritativo, pero ahora atrae el capital privado que busca crecer y lograr alto rendimiento. El caos en Andhra Pradesh está muy lejos de la visión original de Muhammad Yunus. El ex profesor de Economía obtuvo el Nobel de la Paz en 2006 por su trabajo pionero en Bangladesh prestando pequeñas sumas de dinero a emprendedores que, por ser demasiado pobres, no podían acceder a un crédito bancario. Yunus descubrió hace más de tres décadas que cuando se le presta dinero a las mujeres que viven en estado de pobreza, pueden empezar a ganarse la vida, y la mayoría de ellas devuelve el préstamo. Yunus inició el Proyecto Banco Grameen en 1976 para extender los servicios bancarios a los más pobres. Desde entonces, el banco ha prestado 9,870 MDD y ha recuperado 8,760 MDD; 97% de sus 8.33 millones de prestatarios son mujeres.

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- Yunus explica que no está en contra de las ganancias. Pero denuncia a las empresas que buscan exceso de rentabilidad y que pervierten el sentido original de los microcréditos: ayudar a los más pobres. La regla práctica para un préstamo debería ser el costo de los fondos más 10%, dice.

- David Gibbons, director de Cashpor Micro Credit, un microprestamista sin fines de lucro que otorga créditos a las mujeres más pobres de los estados de Uttar Pradesh y Bihar, comenta que las compañías de crédito con fines de lucro y que cotizan en Bolsa se enfrentan a un dilema: “Tienen que decidir entre los intereses de sus clientes y los de sus inversionistas”. Gibbons asegura que aprendió esa lección cuando intentó que dos inversionistas de Londres invirtieran 4 millones de libras (6.2 MDD) en su organización. Las negociaciones fallaron por diferencias de las expectativas de la rentabilidad del capital y otros términos del acuerdo. “Esto es lo que me hace pensar que es inviable”.

- Los microprestamistas de India tienen diferencias con el Banco Grameen en puntos clave. Para proteger el dinero de los depositantes luego de la quiebra de compañías financieras no bancarias a principios de los 90, el Banco de Reserva de India estableció medidas en 1997 para que fuera más difícil para estas firmas cumplir con los requisitos necesarios para aceptar depósitos. Según datos del Banco de la Reserva, sólo 36 microprestamistas están registrados como empresas financieras no bancarias. Los mismos microprestamistas de India solicitan préstamos a los bancos a un interés promedio de 13% o más y luego extienden créditos a los pobres. Cobran tasas de interés que pueden llegar hasta 36%, asegura Alok Prasad, presidente ejecutivo de Microfinance Institutions Network, organismo que representa a 44 microprestamistas. SKS Microfinance obtiene fondos a un interés promedio de 12% y presta a 24.5% en Andhra Pradesh, dice el vocero Atul Takle.

- En Bangladesh, el Banco Grameen obtuvo una licencia bancaria en 1983 que le permitía tomar depósitos. Cobra 5% para los créditos para educación y 8% para los préstamos de vivienda. Los mendigos pueden pedir préstamos sin intereses, y el límite más grande de interés para los préstamos es de 20%, dice Yunus. “Se ha abusado y distorsionado el concepto del microfinanciamiento”, señala. “Me da mucha tristeza porque no se parece en nada al microcrédito que yo creé”.

- El microfinanciamiento de India tiene sus orígenes en décadas de financiamiento informal para las comunidades. Las organizaciones no gubernamentales fueron pioneras en  los créditos cooperativos, hoy conocidos como grupos de autoayuda, con capital semilla del Banco Nacional de Agricultura y Desarrollo Rural. Alentados por estos proyectos, los bancos respaldados por el Estado trabajaron para acercar a los grupos de acreedores a las sedes locales de sus instituciones en 1992. Posteriormente, las organizaciones sin fines de lucro se unieron a esta iniciativa como intermediarios entre los bancos y los prestamistas. Para 2005, las organizaciones sin fines de lucro, como SKS y Share Microfin, se habían convertido en empresas que producían ganancias. SKS atraía las inversiones de compañías como Khosla Ventures, la firma de capital de riesgo de Vinod Khosla, cofundador de Sun Microsystems. Fluía el capital en la nueva industria desde los bancos comerciales, las firmas de capital de riesgo y los inversionistas privados. N.R. Narayana Murthy, director de Sequoia Capital, de Menlo Park, California, y de la empresa Infosys Technologies, con sede en Bangalore, fue uno de los patrocinadores. Al 10 de diciembre de 2010, Quantum Fund, de George Soros, tenía una participación de 0.37% en SKS.

- Deudas, deudas y más deudas
En marzo, algunos de los 260 microprestamistas tenían 26.7 millones de prestatarios y 183,440 millones de rupias en préstamos pendientes de pago, según el Reporte 2010 del Estado del Sector de Microfinanzas de India. “Durante los últimos dos años, hemos sido testigos de un crecimiento explosivo”, señala N. Srinivasan, autor del estudio.

- Polelpaka Pula, madre de dos niños, cuenta que ha visto cómo los microprestamistas llegan a su pueblo a competir por el negocio y con resultados trágicos. Su esposo, Prakash, un pintor que ganaba 250 rupias si el día de trabajo era bueno, solicitó un crédito de un grupo de pobladores para la construcción de su vivienda. Cada participante del llamado chit fund (una especie de alcancía comunitaria) aportaba unas 1,000 rupias por mes y recibía la suma total del fondo cuando le correspondía. Los funcionarios de microfinanzas de L&T Finance, de Spandana Sphoorty Financial, Share Microfin y SKS comenzaron a ofrecer créditos en el pueblo desde 2004, dice. La pareja, que ya contribuía al fondo de la comunidad, adquirió cinco préstamos más por un total de 64,000 rupias. Esto los obligó a pagar 7,300 rupias por mes, más de las 5,000 rupias del ingreso mensual de la familia. Cuando Prakash no tuvo más microprestamistas a quienes acudir, recurrió al usurero del pueblo que cobraba un interés de 100%. En noviembre de 2009, sin salida y con deudas que crecían constantemente, Prakash decidió acabar con su vida, cuenta su esposa.

- “Los factores desencadenantes de un suicidio son múltiples, como por ejemplo las situaciones estresantes en el hogar”, dice SKS en un correo de respuesta a nuestras preguntas sobre esta muerte.

- El exceso de préstamos en Andhra Pradesh trae a la memoria la crisis subprime de Estados Unidos, comenta Lakshmi Shyam-Sunder, director de Riesgo Corporativo de International Finance. “Al principio, los préstamos subprime fueron considerados como un modo de extender la posibilidad de adquirir una vivienda a los más pobres, como algo bueno”, explica Shyam-Sunder. “Las tensiones aparecen cuando se trabaja en actividades con objetivos sociales y, al mismo tiempo, con intereses comerciales”.

- En los últimos cinco años, la cantidad de microcréditos en India aumentó, en promedio, 88% anual y las cuentas de acreedores se incrementaron 62%, haciendo de India la mayor industria de las microfinanzas en el mundo, dice Micro-Credit Ratings.

- Sumir Chadha, director de gestión de Sequoia Capital India Advisors, asegura que sin el incentivo de las ganancias es difícil encontrar a alguien que le preste a los pobres. “El capitalismo no tiene que ser algo malo”, considera Chadha, cuya firma tiene una participación de 14% en SKS.

- En su autobiografía, A Fistful of Rice (Un puñado de arroz, publicado en Harvard Business Review Press, 2010), Vikram Akula, fundador de SKS y ex asesor de McKinsey, ofrece una idea general sobre la expansión de las microfinanzas. Akula realizó un estudio sobre McDonald’s y Burger King en 2005 para aprender a capacitar rápidamente a empleados sin entrenamiento previo. Ideó un curso de dos meses para capacitar a unos 1,000 nuevos agentes de préstamos por mes. “Ahora tengo una sola meta para SKS: crecer, crecer tan rápidamente como podamos”, escribe.

- Akula dice que el modelo comercial de microfinanzas no es el único medio. “Es un complemento importante de otras formas de financiamiento”, dice.

- El Banco de Reserva tendría que presentar un reporte sobre la industria en enero. El ministerio de Finanzas está planificando las nuevas reglas. Chadha, de Sequoia Capital, indica que le preocupa la “incertidumbre regulatoria” generada por las ordenanzas del Estado y prefiere las regulaciones federales. Las leyes a nivel nacional evitarían que cada uno de los estados dañe la disciplina de crédito y que se produjera una merma en los mismos, opina Prasad, de Microfinance Institutions. “Esta situación no es muy diferente a la necesidad de regulaciones para la inversión en títulos o para la construcción de una planta fabril”, dice Khosla.

- Las tragedias en India representan la peor consecuencia posible, considera Gibbons, de Casphor, quien estuvo a cargo de la apertura de la sesión anual de la Cumbre de Microfinanzas de India en Nueva Delhi el 15 de noviembre. “Es un día de tristeza para las microfinanzas”, dijo Gibbon, líder del movimiento durante las últimas dos décadas. “A menudo, la gente me pregunta ‘¿qué hace usted aquí?’. Siempre me he sentido orgulloso de responder, ‘Me dedico a las microfinanzas’. Ahora me siento avergonzado, siento ganas de esconderme”.

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