Nacido en 1996 de manos de un fanático de la informática, Yupi.com logró su difusión de boca en boca. Ahora, según su director y presidente, Oscar Coën, el principal miedo de su compañía es dormirse en los laureles.
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“Yupi está pensado exclusivamente para los países latinos. La calidad tecnológica y de contenido son dos de los principios que definen al portal, además de un diseño atractivo, que se ideó para que la descarga de las páginas fuera rápida y evitar la tan temida world wide wait”, explica Coën.
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Con apenas cuatro empleados y el descalificativo de “profesionistas irresponsables”, Yupi captó la atención de los ciberanautas, creció a 100 trabajadores y hasta aceptó la alianza y el capital fresco de Sony Corporation.
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Yupi nació concretamente en 1996 y su fundador fue un colombiano llamado Carlos Cardona, un apasionado programador que tenía a su padre en Estados Unidos y quería transmitirle su euforia por Internet. El padre, que no hablaba inglés, se quejaba de que en la red no hubiera muchos sitios en español. Así nació Yupi, como un motor de búsqueda de lugares en español, y al poco tiempo se convirtió en un directorio.
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Como portal, Yupi vio la luz hasta 1998. Sin embargo, a pesar de la alianza con Altavista, el sitio permanecía en el anonimato. Fue el boca en boca el arma de guerra de este portal, que comenzó a ser conocido en Latinoamérica gracias a este “mercadeo viral y bucal”.
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En 1998 se incorpora Camilo Cruz como cofundador y responsable de las labores de “evangelización” de Yupi por toda América Latina. Con grandes dotes de oratoria popular, Cruz recorrió el continente americano exponiendo las ventajas de su portal. De ser pequeños y desconocidos empezaron a ser grandes y célebres, así que Cardona y Cruz trabajaron en un business plan, buscaron financiamiento e invitaron a Oscar Coën, un experto en banca de inversión.
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Coën se fue a Miami y mantenía contacto vía mail con Cardona. Luego comenzaron a contratar, básicamente, directivos de empresas que renunciaban a sus puestos y querían un trabajo incierto y sin salario. “Apostamos al jinete, no al caballo, por eso elegimos la mejor calidad humana para integrar el staff de Yupi, gente a la que por cierto muchos criticaron de irresponsables”, cuenta divertido Coën.
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Actualmente, 100 personas trabajan para Yupi y 12 de ellas forman el equipo mexicano. El empujón más fuerte llegó de la mano de Sony. “Nos llamaron y se sorprendieron de que fuéramos tanto cacique y tan poco indio; puros directivos haciendo todas las labores de la empresa, hasta las fotocopias”, narra feliz Coën.
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¿Una empresa con un crecimiento tan espectacular, pero de tan escasas dimensiones no es el cebo idóneo para algún grupo grande? Coën se desentiende: “No tengo tiempo más que de trabajar, no de pensar en si vamos a ser adquiridos. Las virtudes de Yupi son: rápido en descargar, que aporta calidad tecnológica y de contenido, que está pensado y hecho por y para latinos y que se asocia con los mejores en cada tema para tener la selección más completa.”
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Por lo pronto, echan la vista atrás y afirman estar viviendo una especie de sueño. Su inversión publicitaria en los próximos meses será de “varios millones de dólares”. Y como el día tiene pocas horas, dicen, no quieren desperdiciar ninguna especulando sobre su futuro. Y es que “esto es una prueba de resistencia y no de velocidad”, concluye Coën.