Los vecinos de las colonias Roble y Residencial Periférico, del Municipio de -San Nicolás, en Monterrey, no concilian el sueño: a finales del año pasado -abandonaron dos veces sus hogares por percibir un fuerte olor químico. Primero -fue una emanación de cloro y, pocas semanas después, de gas mercaptano. Ambas -provinieron de la misma planta: la de Pigmentos y Óxidos (Pyosa).
- Jesús Yacamán, gerente de Operaciones de Pyosa, comenta que los incidentes -no se debieron a fallas en los sistemas, sino a empleados que no cerraron -correctamente unas válvulas durante la descarga de gases. “Los imprevistos -pueden ocurrir –comenta–. Lo importante es minimizar las consecuencias y -para ello contamos con Unidades de Respuesta Inmediata.”
- La empresa utiliza materias primas como ácidos sulfúricos, cloros, -biocromato sódico y plomo en bruto para producir colorantes, compuestos de -plomo y productos químicos. Según Yacamán, Pyosa ha invertido $7 millones de -dólares en los últimos cinco años para armonizar su tecnología con el medio -ambiente.
- El directivo enfatiza en las medidas de Pyosa para apoyar el desarrollo -sustentable, tales como la utilización de oxígeno en la combustión o la -construcción de una planta de tratamiento de agua. Pyosa cuenta también con -auditorías ecológicas internas y un sistema de monitoreo con estación -meteorológica propia.
- Sin embargo, esto no parece suficiente: la Procuraduría de Protección al -Ambiente (Profepa) no sólo clausuró durante 15 días el área donde se produjo -la emanación de mercaptano, sino que actualmente mantiene cerrada la unidad -donde se produjo la fuga de cloro. Las autoridades están realizando auditorías -ambientales para determinar las sanciones. Cabe recordar que hace varios años -Pyosa pagó la multa más alta que jamás había recibido una industria por otra -fuga en una unidad.
- “La empresa necesita de la comunidad y ella nos necesita: no podemos -desaparecer a las industrias. Tenemos que convivir armoniosamente”, dice -Yacamán. Pues sí, pero del dicho al hecho...