Si bien la filial de Tiffany & Co. en México no se atreve a dar cifras tras dos años de haber puesto a la mano de los mexicanos sus diseños exclusivos, sus planes de expansión pueden dar una pista sobre su optimismo.
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La casa joyera ha decidido abrir en México su primera tienda en Latinoamérica después de ver la respuesta que sus colecciones de joyas y regalos tuvieron en la boutique de El Palacio de Hierro de Polanco, en la capital.
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La tienda será apenas el segundo punto de venta de Tiffany en toda América Latina. Si todo marcha según sus cálculos, abrirá el tercero en octubre del próximo año en Perisur. La tríada será parte de una lista de 140 comercios nuevos, repartidos en el resto de América, Europa y Asia.
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Andrea Artigas, representante en México de Tiffany & Co. adelanta que en los próximos cinco años habrá más tiendas en la capital y otras ciudades de la república.
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La nueva tienda está en uno de los corredores comerciales más concurridos por los mexicanos adinerados, la calle Presidente Mazaryk, apenas a unas cuadras de la boutique de El Palacio de Hierro. Aún así, la tienda atacará a otro tipo de clientes. “Serán los que buscan un espacio más pequeño, más discreto y exclusivo y desean ver una mayor variedad de productos”, explica Artigas.
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Quienes estén dispuestos a adquirir joyería fina, plata sterling, porcelana, cristal y regalos varios que van de $300 pesos hasta un indefinido y exorbitante “sin límite”, podrán hacerlo en un espacio de 4,000 metros cuadrados, distribuidos en tres niveles.
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Artigas ya se toma la libertad de declarar que “cuando se regala una caja Tiffany no importa lo que venga dentro. El que la recibe sabe que es algo de calidad”. Tiffany ya cuenta en México con dos proveedores, que realizan tres piezas de plata, que deben enviarse a Estados Unidos para que pasen un estricto control de calidad.
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Con la apertura de la tienda, Tiffany también inicia el servicio corporativo, dirigido a las empresas que quieran quedar muy bien.
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