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Destapa, ensambla, construye

El consorcio juarense compró la franquicia de un material de construcción llamado rastra a un grup
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

En los últimos dos años casi todas las noticias relacionadas con la industria de la construcción han hablado de obras suspendidas, recesión, desempleo, quiebra, pérdidas y créditos impagables. Algunos ven con optimismo las incipientes señales de recuperación que ha mostrado la economía, pero todavía no existe la confianza suficiente como para poder hablar de inversiones y proyectos.

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Precisamente cuando todo lo relacionado con este ramo parece estar en un compás de espera, Grupo Argos (originalmente una empresa embotelladora dueña de una franquicia de Coca-Cola) decidió entrar a un mercado en donde muchos buscan la puerta de salida.

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Esta compañía, que todavía puede presumir de ser 100% mexicana, nació hace 60 años para atender el mercado de refrescos de Chihuahua. Posteriormente, su influencia se extendió a Sinaloa y Sonora. Con el tiempo se ha ido diversificando a actividades recreativas, bienes inmobiliarios, agua purificada, así como producción de envases y empaques de plástico. En 1994, cuando México todavía vivía el sueño de ingresar al primer mundo, la organización decidió hacer negocios con Rastra -Technologies, firma austriaca que cuenta con más de 25 años de experiencia en el manejo de rastra (un material que ha modificado los sistemas tradicionales de construcción).

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“Obtuvimos una franquicia en 1994 para mercadear rastra en Estados Unidos y en la zona norte de México, y aunque ya existen materiales similares, nuestro producto ha tenido una gran aceptación en el país vecino”, comenta Gustavo Ruiz, director de Desarrollo Comercial. Argos participa tanto en el mercado industrial como en el residencial, pero 90% de sus ventas son facturadas a clientes de Estados Unidos y sólo 10% van a México. “Sin duda, este porcentaje puede incrementarse en un futuro muy cercano; es cuestión de tiempo”, agrega el directivo.

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Según el directivo, el éxito que hasta ahora han tenido en el mercado estadounidense se debe a la conjunción de una serie de factores: calidad del material, un sistema automatizado de producción, tamaño del mercado y la exclusividad en la distribución del producto.

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Otro factor importante es que se trata de un material amigable con el medio ambiente, pues está elaborado con base en elementos naturales y reciclables. “Nosotros compramos el desperdicio de poliestireno en todas sus presentaciones, no importa si está pintado, roto o manchado.

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Además, el proceso de fabricación es totalmente en frío, no generamos humos y tenemos un porcentaje muy bajo de desperdicios, los cuales también se reciclan y de esta manera aprovechamos el 100% de los componentes.”

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Para el consumidor, una de las principales ventajas es una reducción en el tiempo de construcción de hasta 30%. Las estructuras se arman con piezas grandes y livianas, que son ensambladas fácilmente a través de cortes y vaciados. Ruiz afirma que no hay limitación alguna para el uso de este producto y es posible construir desde un cuarto hasta un edificio, con cualquier forma arquitectónica y acabados texturizados. Quienes viven o trabajan en construcciones hechas con rastra, tienen ahorros garantizados en los costos de mantenimiento y de energéticos, ya que el material tiene propiedades de aislamiento térmico.

- -DE MEXICALI A LAS VEGAS
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La mejor prueba de la viabilidad del negocio la ofrece su rápida expansión. Instalada en 1994 en Mexicali, Baja California, la primer planta es actualmente fuente de empleo para 13 personas que producen 75,000 paneles anuales. La segunda opera en Ciudad Juárez, con 10 personas y una capacidad de producción de 218,000 paneles al año. Pronto arrancará una tercera fábrica en Las Vegas, Nevada, que producirá más de 200,000 piezas con solamente ocho empleados. Hasta ahora, Grupo Argos ha invertido $16 millones de dólares en el negocio, aunque habría que sumar aún los recursos necesarios para concluir las instalaciones de la nueva fábrica.
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El proceso productivo consta de dos etapas, es totalmente automatizado y se controla a través de computadoras. Primero, se incorporan en la mezcladora poliestireno previamente pulverizado, cemento gris, cal, aditivos y agua, hasta obtener una pasta homogénea y moldeable con ciertas normas de humedad y consistencia. Después, el material semiterminado es colocado sobre una banda transportadora que lo deposita en un carro dosificador, y por este medio llega a los moldes. Una vez que el material es moldeado y prensado, se transporta al área de fraguado, donde se deja secar durante 24 horas. En la segunda etapa, el producto es transportado al cuarto de maquinado, donde las secciones o elementos son cortados a las medidas estándar o a las de espesor, ancho y largo requeridas por cada cliente.

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Actualmente el control del proceso es monitoreado desde una cabina ubicada en la parte central del área de producción, donde una serie de pantallas constantemente está desplegando números. “Estamos implantando un -software que nos permitirá realizar el mismo monitoreo, pero en vez de generar cifras desplegará objetos. Esto significa que podremos visualizar las formas que va tomando el material en las diferentes etapas productivas”, comenta Ruiz.

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Como valor agregado para los clientes, la Gerencia Técnica de Ventas capacita al personal que interviene en las obras, desde los albañiles hasta los contratistas y arquitectos. Sin embargo, el directivo acepta que en muchos casos el aprendizaje se da sobre la marcha, pues las técnicas de construcción son más sencillas que las tradicionales.

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En caso de tener algún problema con los equipos automatizados o la maquinaria, un grupo de asesores les brinda ayuda desde Phoenix, Arizona, ya sea vía telefónica o accesando directamente el sistema computacional central.

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Aunque rastra es un producto nuevo en México, en Europa se emplea desde hace 25 años. “Lo más interesante –puntualiza Ruiz– es que reúne cualidades que otros no tienen, pues además de ser un material aislante, a prueba de sismos, fuego y temperaturas congelantes, es acústico y garantiza protección contra termitas.”

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En Estados Unidos, explica, han tenido excelente aceptación gracias a clientes como Design Plus, Evergreen Homes y Hart International, empresas que se dedican a construir residencias y edificios comerciales. Si bien la demanda que se ha generado al otro lado del río Bravo ha propiciado cierto descuido del mercado mexicano, Ruiz aclara que ello no significa que Argos no esté interesado en el mercado nacional.

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