La mala: los precios de los materiales para la construcción subieron 11% en el primer trimestre del año, casi el doble del aumento registrado en 2003, según el Banco de México.
- La peor: el propio banco central les pide a los constructores que no reflejen este incremento en su precio final.
- El gobierno federal contempla que este año se construyan 575,000 casas, 50,000 más de las que se habían previsto hasta diciembre pasado; el problema es que el alza del acero y otros insumos presionan el costo de los constructores.
- En una reunión con el sector, Everardo Elizondo, subgobernador del Banco, les pidió no trasladar los incrementos de los costos unitarios al mercado para que no se reflejen en la inflación.
- Muchos analistas desconfían que este año se cumpla la meta de inflación de un máximo de 4%.
- Héctor Aguirre, presidente de la Cámara Mexicana de Desarrolladores de Vivienda, advierte que “por ahora es posible no trasladar el costo porque contamos con inventario suficiente”, pero eso podría cambiar en algunos meses.
- El segmento que corre más peligro de sufrir un incremento de precios es la vivienda económica cuyo valor es menor a $160,000 pesos. Este año se pretenden construir 120,000 de esas unidades.
- “Estas casas dejan un margen mínimo y el incremento de un solo insumo, como el acero, acaba con él”, dice.
- Al término de la reunión, Elizondo se disculpó ante los presentes por el uso excesivo de términos económicos. “Luego yo no entiendo el lenguaje de ustedes”, dijo. ¿Su auditorio habrá comprendido su petición de no incrementar los precios?
- El mercado lo dirá.