Para moverse en poblaciones extrañas, nada como la máxima "al país que fueres, transpórtate como vieres". En Miami y Los Ángeles conviene rentar un auto, porque las distancias son largas. El Metro de Nueva York es muy bueno, siempre que se eviten las zonas peligrosas de Harlem y el Bronx. El taxi es caro pero necesario; revise su cambio, pues muchos choferes se cobran la propina a lo chino.
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En Buenos Aires, el subte no es muy moderno, pero si visita el centro le conviene. Los colectivos, que son autobuses pequeños, conservan el folklore que los caracteriza. Los taxis son algo caros si los comparamos con los de nuestro país. En Israel, puede abordar una de las limosinas que funcionan como automóviles comunitarios.
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En ciudades europeas por lo general encontrará un excelente sistema de transporte colectivo, poco lugar para estacionar autos, embotellamiento en el centro y taxis caros. Si va a Roma, mejor rente una moped.
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