Economía internacional. Adiós muchacho
Argentina se convirtió en el reino de la incertidumbre. El vértigo político obligó al presidente Fernando De la Rúa a entregarle la conducción económica a Domingo Cavallo, ex ministro de Carlos Ménem. Todo esto tras las renuncias de José Luis Machinea y Ricardo López.
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Una semana antes, el economista Guillermo Mondino sostenía que López era capaz de ponerse “todo el equipo al hombro, pero habría que ver qué espacio político le dejan”. Hoy los mismos analistas financieros que vieron inicialmente con tan buenos ojos su designación, admiten que los problemas que desembocaron en la renuncia de Machinea fueron las restricciones y falta de apoyo político que sufrió en el seno de la coalición gobernante.
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De la Rúa, jaqueado por sus socios políticos y con sus propios partidarios reclamándole la renuncia de López, convocó a Cavallo, quien en los 90 instauró el régimen de convertibilidad económica que aún rige en Argentina.
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El nuevo ministro de Economía buscará alejarse de las recetas fiscalistas de sus antecesores y lograr así un poco ortodoxo shock reactivador, a partir de una baja de impuestos a las inversiones. Cavallo coincide con el diagnóstico de López respecto del peligro que representa el agujero en las cuentas públicas, pero sabe que es política y socialmente inviable un nuevo ajuste sin reactivación económica.
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