Algunas grandes empresas, no muchas desafortunadamente, se han percatado de que sus empleados, sobre todo los de alto nivel, se encuentran en un constante estado de tensión, que a la larga los lleva a padecer males cardiacos, nerviosos o gástricos.
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Como solución o prevención al problema, han incluido entre sus prestaciones revisiones médicas anuales para ciertos empleados clave.
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Tal es el caso de Sony Music Entertainment, que en todas sus divisiones a escala mundial envía anualmente a un grupo de empleados a instituciones locales o extranjeras, donde les realizan un estudio clínico completo para detectar posibles males, desde hepáticos o cardiovasculares hasta cerebrales. Promotores de discos, directores de finanzas, de planeación y de nuevas estrategias, destinan unos días al año a someterse a diversos exámenes que a la larga ahorran una buena cantidad de dinero a la empresa. Lo mismo ocurre en Televisa, donde a pesar de recortes, cambios y ahorros no olvidan la política de "empleados sanos para empresas sanas".
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No hay que excluir algunas organizaciones públicas, pues existe una prestación para las empleadas de gobierno que les da la posibilidad de realizarse una revisión médica anual, llamada Clida, con el fin de detectar problemas, especialmente ginecológicos, a tiempo de ser corregidos. Ya sea en el ISSSTE o con el médico general de la dependencia, este servicio constituye para muchas trabajadoras un verdadero lujo.