El día del padre es una excelente oportunidad para obsequiar vino. Hay casi tantos puntos de vista para elegirlo, como tipos de papás. Pero se puede tener una aproximación, más o menos universal, de un tipo ideal de progenitor y de vino.
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Que sea tinto, maduro, que despliegue tanto los aromas frutales que la uva tomó de la tierra, como los que haya adquirido durante su proceso de maduración en la barrica y en la botella. En boca, que muestre una buena astringencia sin llegar a una excesiva aspereza (como deseamos que sean los papás). En cuanto a las sensaciones de alcohol y astringencia, conviene que ninguna sobresalga. Que después de haber tomado el primer sorbo nos haya dejado una grata persistencia aromática (como los buenos momentos con papá).
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Enseguida algunas sugerencias de tintos soberbios.
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Baja California Norte: Casa de Piedra 97; Luján de Cuyo: Luigi Bosca, Finca Los Nobles, Cabernet Bouchet, 95; Piamonte: Moccagatta, Barbaresco “Bric Balin” 98; Burdeos, Château Patris 98; Ribera del Duero: Alenza crianza 97; Rioja Alavesa: Remírez de Ganuza, reserva 95; Rioja Alta: Lan, reserva 97.