De unos años a la fecha se ha más que confirmado que el café ha dejado de ser sólo un genérico para convertirse en un producto gourmet y como tal hay que prestar atención a todo el entorno del aromático. “La gente está dispuesta a pagar un sobreprecio por una taza de café siempre que éste sea de calidad”, afirma Arturo Hernández Fujigaki, fundador de la Asociación Mexicana de Cafés de Especialidad.
- Hace 11 años, poco después de que se abriera la primera barra de café en México, Hernández ingresó al mundo de los también llamados “cafecitos”.
- Se estima que hay unos 1,500 cafecitos abiertos, lo mismo por expertos que por entusiastas que han visto en éste el negocio de moda. En algunos lugares se prepara el aromático “como Dios les da a entender”, dice Hernández, por ello, impulsa la profesionalización del sector de las barras de café, a través de la Competencia Mexicana de Baristas. Además se busca la capacitación obligatoria con certificación.
- Uno de los objetivos es acercar a los productores de café con los baristas, y éstos a su vez con los consumidores y los proveedores de equipo.
- En la medida que se estreche la relación de los baristas con los restauranteros y con el gremio internacional se podrá aprovechar mejor el boom de las barras y aumentar el consumo de café, considera Hernández.
- “80% de que un café sepa bien, está en manos de quien lo prepara”, agrega.