Desde niña, María del Carmen Torrescano sabía que tenía una gran misión: evitar que su mamá envejeciera. Tomándola del rostro le dijo: “no quiero que te hagas viejita, yo lo voy a impedir”. Con esa idea nació, a principios de los años 50, un sistema de tratamientos faciales así como de masajes reductivos.
- La necesidad de colaborar con el gasto familiar la llevó, junto con sus hijas, a crear una crema limpiadora y una loción refrescante que elaboraban en una olla de peltre en la cocina de la casa. Después de envasarla, la vendían de mano en mano entre las amigas. En 1958 adquirió unos rodillos franceses y con mezclas de éter y romero empezó a dar masaje en el tapete de la sala de su departamento de la colonia Roma.
- Así comenzó lo que hoy es una empresa mexicana pionera en la estética de la mujer, y el cuidado personal exterior e interior, recuerda Alicia, una de sus siete hijas que colaboró desde el principio.
- Hoy, la empresa María del Carmen Torrescano e Hijas es famosa por sus tratamientos faciales y corporales y por las terapias emocionales, mentales y espirituales que ofrece en seis clínicas.
- La empresa cuenta con 16 diferentes tipos de productos faciales y corporales desarrollados en el laboratorio de María del Carmen, con extractos botánicos naturales.
- La mayor satisfacción para las responsables del negocio es percibir el cambio en la imagen de sus 350 clientes (más de 20,000 en su historia). Alicia, Blanca, Verónica y Diana Torrescano coinciden en que el secreto para que el resultado sea un éxito es la fuerza de voluntad.