El furor del auto compartido
Las ciudades estadounidenses como Boston, Nueva York, San Francisco, -Cambridge y Seatle están viviendo una revolución en cuanto a la manera de -viajar y de poseer automóviles. De cumplirse las predicciones, las compañías -Zipcar y Flexcar duplicarán este año sus 60,000 usuarios actuales al -popularizar el modelo de negocio “auto compartido”.
- Las cuentas que hace Zipcar –una de las mayores redes de vehículos -compartidos en EU– para un neoyorquino promedio es que poseer y mantener un -coche cuesta alrededor de $700 dólares por mes; eso es casi 70 horas (a $10 -dólares la hora) o 10 días completos (a $70 dólares por día) de alquiler de -uno de los MiniCoopers o VW Golf que la compañía tiene aparcados por toda la -ciudad.
- El servicio funciona así: el cliente reserva el coche por internet, llega -hasta el parking, pasa su tarjeta de socio por un lector en el parabrisas y se -abre la puerta del conductor. Adentro lo esperan las llaves del auto y una -tarjeta de crédito corporativa por si necesitan cargar gasolina.
- En un país que idolatra la posesión de automóviles, el concepto de Zipcar -y Flexcar representa un notable cambio de paradigma. Ambas empresas publicitan -que cada uno de sus ‘autos compartidos’ supone entre 15 y 20 coches menos en -el centro de las ciudades. Las intendencias aman el concepto: Seattle, origen de -Flexcar –y una de las ciudades con mejor calidad de vida de EU–, regala $600 -dólares en alquiler de coches compartidos a las familias que vendan su segundo -auto. Zipcar, basada en Cambridge, Massachussets –sede de Harvard y del MIT y -otra ciudad reconocida por su conciencia ambiental–, empezará a trabajar -próximamente con los servicios sociales de la ciudad de Boston, cuyos -trabajadores podrán usar los coches en horas no pico casi gratis. ¿Para qué -tener un auto las 24 horas si sólo lo necesito una hora?, se preguntaba un -usuario de Zipcar hace poco. General Motors y Ford seguramente están pensando -alguna respuesta.