Ya ha pasado más de una centuria desde que Clemente Jacques llevó a las manos de la gente los tradicionales juegos de naipes y de lotería. Sin embargo, todavía se escuchan los gritos de el gallo, el catrín, la luna, al tiempo que los jugadores ponen fichas o frijoles en su tablero.
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En 2001 la compañía cumple 114 años de fabricar estos productos, negocio que iniciara el empresario de origen francés en 1887 al llegar a México.
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"Ha surgido competencia con empresas bien establecidas y una serie de piratas, pero nosotros somos los auténticos herederos de estos juegos. Nuestros productos todavía ostentan el logotipo que usara Don Clemente", comenta Luis Landín, director general de Pasatiempos Gallo.
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Cuando llegó esta empresa a manos de la familia Landín (en 1977) decidieron colocarla nuevamente a la cabeza de la competencia con un agresivo proyecto de comercialización, comenta el ejecutivo: "Hicimos que nuestros productos no faltaran en los estantes de todo tipo de tiendas, la demanda de nuestros juegos empezó a crecer." No conformes con esto, empezaron a exportar sus artículos a Estados Unidos, Centro y Sudamérica.
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La empresa, ubicada en Querétaro, vende al año cerca de $4 millones de dólares, sin contar sus exportaciones que representan 13% de su producción. Además, sus mercancías se empezarán a distribuir en grandes cadenas de autoservicio.