Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

El Gordo vende brújulas

El PRI es todo un problema semántico: tiene nombre pro el nombre designa cosas tan dispares que par
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

El Gordo Basurto escuchó el discurso del flamante presidente electo Vicente Fox, el dos de agosto, apagó el televisor, y anotó en la agenda: “A partir de mañana se venden brújulas”.

-

El Gordo tiene identificados dos grandes conglomerados como potenciales compradores de brújulas: perredistas y priístas en busca del centro perdido.

-

El Gordo piensa, desde luego, en vender “brújulas políticas” a sus posibles clientes, brújulas –explica– que les permitan encontrar dónde está la nueva arena política: el centro, el centro-izquierda, el centro-derecha.

Publicidad

-

El Gordo anotó en su diario, en el recién estrenado capítulo de las novedades políticas en México: “Lo asombroso fue que Fox se apropió del lugar sin dar codazos, llegó y plantó su tienda ahí, en el centro-izquierda, donde no había nadie. Mientras, la izquierda de membrete (PRD) se debate entre dos nostalgias mortales: la del caudillo y la de la marginalidad.

-

“Y ese cascarón en disputa, el PRI, es todo un problema semántico: tiene nombre pero el nombre designa cosas tan dispares y contradictorias que parece un enredo surrealista. Visto desde un ángulo, es un cadáver. Desde otro es un montón de lana sin línea. Visto desde un tercer ángulo es un montón de líneas enredadas sin suficiente lana. El problema es que perdió, en esencia, las dos eles: línea y lana”. Al día siguiente, el Gordo me narró su decisión de vender brújulas políticas en su cadena de mercerías virtuales.

-

En campaña Fox fue entrevistado por La Jornada y se definió de centro-izquierda. Con la arrogancia de quienes han perdido la brújula, los pontífices del diario se burlaron de la declaración. No la entienden pero el asunto es que Fox ya está instalado ahí.

-

Tampoco es para asustarse. Es la izquierda moderna. La única que puede gobernar sin producir un desastre. La que ya entendió la primera lección de economía política, una lección de política fiscal: no hay comidas gratis, el déficit fiscal es veneno. Si quieres un gobierno que construya carreteras, escuelas, hospitales, cobra impuestos.

-

A la derecha, pero en el centro, los liberales refutan: que el gobierno haga sus tareas, dar seguridad y garantizar el Estado de Derecho, tal vez crear redes temporales de auxilio para los más pobres, y que libere a la sociedad de trabas para que la sociedad genere riqueza y bienestar.

-

Con la lección fiscal, la izquierda moderna aprendió que los electores son los que dan o los que quitan y que piden resultados. También aprendió que ir contra la aldea global es como golpearse la cabeza contra la pared.

-

Por su parte los priístas también andan perdidos. Imagínate: Ahora culpan de su derrota a los únicos priístas (los liberales modernos) que en los últimos años no se cerraron al cambio y a la modernidad. Patético.

-

Los electores –explica el Gordo– detestan las sorpresas desagradables, los virajes radicales, los sobresaltos. Quieren que las cosas mejoren, pero saben en dónde terminan los extremistas de uno u otro lado: en la marginalidad, el manicomio o la cárcel. El grueso del electorado es centrista. Esto ha dejado en la marginalidad a los señores del PRD, a los nacionalistas-revolucionarios del PRI y a los nostálgicos de la derecha antiliberal.

-

En esa nueva arena discuten José María Aznar y Felipe González (derecha e izquierda centradas) sobre más o menos impuestos, más o menos gasto gubernamental, más o menos control en los mercados. Pero coinciden: España tiene que formar parte de la Unión Europea, hay que combatir la inflación, el terrorismo es abominable.

-

A la derecha, pero dentro del centro, Fox tendrá como contrapeso al núcleo liberal del PAN, aquél donde germinó la semilla sembrada por un liberal de talante conservador como Manuel Gómez Morín. Tal vez algunos  priístas liberales que han sido vejados, insultados, despreciados por su partido. No más.

-

El Gordo acaba sus reflexiones y me muestra una hermosa brújula que en lugar de “Norte” indica: “Es el centro, ¡estúpido!”.

-

El Gordo me narró su decisión de vender brújulas políticas en su cadena de mercerías virtuales y me mostró sus apuntes

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad