América Móvil fue el vocero de un dato clave en la agenda de negocios del Grupo Salinas. En su informe del cuarto trimestre de 2003, la empresa reveló que su subsidiaria Telcel rentó a Unefon capacidad de provisión de servicios GSM en la banda de 8.4 MHZ por $268 millones de dólares.
- Así oficializó al cliente que permitió a Unefon cancelar una deuda con Codisco Investment, propiedad de Ricardo Salinas Pliego y Moisés Saba, socios mayoritarios de la telefónica. De los $325 millones de dólares que involucró la operación, ahora se conoce que 86% provino de una de las empresas de Slim. Telcel aclaró que abonó el total en octubre, “al valor presente de los montos pagaderos a lo largo de la vida del contrato”, que incluye 16 años. Al cierre de esta edición Unefon no había detallado la cesión de espectro, que anunciará en el informe a la Bolsa del 20 de febrero, según la vocera de la compañía, Laura Cruz.
- La operación implica un barajar y dar de nuevo en el mercado del GSM. Esta es una salida para Telcel ante su imposibilidad como firma dominante de comprar más espectro. “La premura con la que acordó con Unefon, hace suponer que Telcel tiene más de los tres millones de abonados que se sugiere”, apunta en un reporte Merrill Lynch. A fin de 2003, la firma de Slim logró 1.3 millones de nuevos clientes, seguida por Telefónica Móviles con 750,000 (quien también esta ávida de comprar espectro). Unefon sumó 143,000 en el tercer trimestre del 2003 (utiliza sólo 10 MHZ de los 27 que ahora le quedan).
- La venta de espectro, según Gabriela Ocejo, de Scotiabank, limita la capacidad de expansión de la firma. Fue una presa codiciada en la etapa de compras de 2001 y 2002 por tener el mayor número de concesiones.
- La pérdida de activos y la descapitalización generan dudas sobre el futuro de la empresa, según los analistas. Para Rogelio Urrutia, de Santander Serfin, Salinas tenía más por ganar si hubiera trasladado a Unefon los beneficios de la quita de deuda concedida por Nortel –generó una utilidad de $218 millones de dólares de la que no participaron los accionistas minoritarios–.
- “Esto no cambia la situación que se venía investigando (en la sec de Estados Unidos, a iniciativa de despachos que representan a los tenedores minoritarios)”, asegura Ocejo. Por su parte, Merrill Lynch considera ahora que muchos accionistas de TV Azteca respirarán “más fácil”. La correduría aún no realiza su recomendación de la acción, que ya sufrió una pérdida de 15% desde que se desató este escándalo.