Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

El jorobado de Notre Dame

-
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

Ésta es seguramente la película de animación más lograda de Disney desde aquel indiscutible clásico -La bella y la bestia. No es tan redonda como aquélla, pero en términos de valoración artística resulta menos coyuntural que -Aladdin, menos exclusivamente infantil que El rey león, más vistosa y graciosa que -Pocahontas y posee mayor trasfondo que Toy Story.

-

Lejos de la simplicidad de dibujo y el tono grave de -Pocahontas, esta enésima adaptación de la celebérrima novela de Víctor Hugo aúna -perfectamente la fastuosidad tecnológica de El rey león, tan querida por los niños, con los momentos de contenido dramático más cercanos a la reflexión adulta.

-

Donde quizá acierta menos la obra es en la personalidad de Esmeralda, una mujer medieval tan intrépida y segura de sí misma que pareciera sacada del más competitivo despacho de abogados de Nueva York —no es gratuito que su voz fuera encomendada a Demi Moore—, y también habrá quienes echen de menos el desgarrador final imaginado en la novela original, en donde se prefirió ver a Quasimodo como un remedo de Dumbo.

Publicidad

-

Pero estas deficiencias no son suficientes para denostar los aciertos tanto estéticos como dramáticos que contiene la obra. La secuencia en que el malvado Frollo confiesa ante un fuego abrasador su obsesión sexual por Esmeralda o la famosa petición de “santuario” gritada por Quasimodo, son ya dos grandes momentos para la memoria del cine.

-

La película contiene además un poderoso alegato en contra de la intolerancia y a favor de la diferencia entre los pueblos que es difícil creer casual en un año estadounidense de elecciones presidenciales. Una vez más, es difícil no ver a Frollo como una metáfora de los adalides de la “revolución conservadora” que se creen portadores de la moral colectiva y de los “buenos valores” de la sociedad.

-

Lástima que aún no veamos cómo el feo se lleva a la chica pero, al ritmo de creatividad en el que está embarcado la casa Disney, ya no debería tardar tanto. Los riesgos artísticos que ha tomado la empresa desde que dejó atrás el puritanismo y se decidió a contar historias más directamente ancladas en las trágicas contradicciones de la vida humana, presagian nuevas y refinadas joyas cinematográficas.

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad