El juego del solitario

Manuel Camacho Solís decidió presentar su candidatura a la presidencia, con la bandera del Partido del Centro Democrático.

- ¿Qué pasó con la alianza?
Me parecía que la alianza podía asegurar la victoria  y una reconciliación nacional. Cuando no se dio, decidí que, al no haber de por medio un asunto de fondo, como la posibilidad de una victoria y un cambio de régimen, lo mejor era que construyéramos nuestra base política y fueran los ciudadanos quienes decidieran el peso de nuestra organización en el futuro.

- ¿Cómo evalúa su trabajo en Chiapas?
En tres meses  se frenó la guerra y se dialogó. Si no hubieran asesinado a Colosio, la probabilidad de que eso hubiera ocurrido en 1994 era muy alta; a seis años de distancia ya no hay ni siquiera diálogo y el problema se lo van a heredar a la siguiente administración. Y no sólo es Chiapas, es mi gestión en los puestos en los que he estado. En la reconstrucción de la capital establecimos el mejor programa de la posguerra; en el gobierno de la capital ofrecí manejar las finanzas públicas con eficiencia y el resultado fue que se redujo el déficit y aumentó la inversión...

- ¿Y el problema de los microbuses en la capital?
Es un lástima, los microbuses sustituyeron a las combis para reducir la contaminación. Era un programa que debió tener continuidad pero se olvidaron de él.

- ¿Está a tiempo para convertirse en una verdadera oposición?
Oposición ya lo soy, por eso las acciones que el gobierno ha tomado en contra del PCD. Si no logro incrementar la participación desapareceremos como partido, la gente se burlará, pero no me importa, porque prefiero tener una posición en la transformación del país a ser parte en una componenda en la que no creo.