Los e-marketplaces son mercados electrónicos nacidos para internet. México también adoptó esta tendencia. Hace un par de años, la lista de tales sitios nacionales era prometedora: Asista, Adquira, Latinexus, Artikos, se inspiraron en ese modelo para suministrar insumos y productos a quien los solicitara por la Red. Hoy es incierto el dato de cuántos sobreviven o pueden reactivarse tras el cubetazo de agua fría a las punto com.
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Construir la plataforma, montar las aplicaciones y hacerse de un puñado de clientes es la consigna. Sin embargo, según Octavio León, vicepresidente para América Latina de Commerce One, la quiebra de varios proyectos se debe a la falta de claridad del concepto: “Hay quien cree que el e-commerce es lo mismo que una simple subasta, o que el comercio electrónico entre corporaciones [B2B] es similar al de empresa a consumidor [B2C], y que comprar insumos para la producción conlleva la misma dinámica de adquirir un lápiz en internet.”
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A los intrépidos que montan un portal para coordinar las transacciones de terceros y cobrar comisiones por el uso de la plataforma, el ejecutivo los califica de “oportunistas”. Según su visión, el e-marketplace debe erradicar ese rasgo para ser exitoso.
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La firma, desarrolladora de aplicaciones para comercio electrónico empresarial, tiene actualmente más de 550 clientes de diversos giros (automotriz, energía, farmacéutica, minería) en el mundo, incluyendo México. De hecho, desde hace tiempo cuenta con un usuario local: Artikos, mercado público horizontal, el cual tampoco se ha visto exento de tropiezos.
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De acuerdo con el directivo, los departamentos de compras en las compañías deben tener cada día un papel más destacado con el fin de reducir costos y tiempo en los procesos de adquisición y abastecimiento de insumos. La misión es crear estrategias de compra e identificar a los proveedores más importantes para desarrollar mejores prácticas y aprovechar las bondades de la web.
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Estudios revelan que cada organización desembolsa entre 50 y 60% de los recursos monetarios a través de esa área, con el fin de allegarse todo lo necesario para su producción (incluyendo material de oficina y otros genéricos). Commerce One afirma que una cadena electrónica puede redituar ahorros de entre 5 y 25%.
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Una parte del escenario para salir por internet y buscar al proveedor más idóneo ya está puesta. Dice León que actualmente existen 177 marketplaces en el mundo, los cuales agrupan alrededor de 250,000 proveedores. La comunidad donde se aglutinan estas instancias es Global Trading Web. Con ello, un empresario chileno, mexicano o de cualquier nación, puede interoperar con otro, según el producto o servicio requerido.
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Adquirir la suite de Commerce One para trepar a ese tren exige entre $500,000 y $900,000 dólares, dependiendo del número de usuarios y la implantación de las principales herramientas: Source y Buy. El entrevistado expone que el retorno de la inversión está más que garantizado y asegura tener ya en su cartera prospectos serios en territorio nacional.