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El mérito exportador

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mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

Las exportaciones del sector manufacturero en los primeros dos meses del año aumentaron 34%. Puede decirse que este incremento, además de la drástica reducción del déficit comercial, fue subproducto natural de la devaluación cambiaria y de la caída del mercado interno. Pero, por otro lado, también se debe reconocer que exportar en tiempos tan difíciles como los actuales tiene un mérito intrínseco no debe ser menospreciado en ningún momento. Menos aun cuando los esfuerzos exportadores de la planta industrial constituyen al parecerla única esperanza de conservar un número importante de empleos que de otra manera estarían en riesgo de desaparecer.

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Un mérito adicional de la planta industrial en cuanto a sus exportaciones ha sido que éstas se incrementaron a pesar de la compleja situación que deben enfrentar las empresas en los mercados de bienes y de dinero, como compradoras de insumos nacionales e importados en situación de precios crecientes y como usuarias de crédito a tasas de interés excesivas. Al elevar el costo de los pasivos adquiridos y por adquirir, se provoca el encarecimiento de los capitales de trabajo, al tiempo que las bajas escalas de producción tampoco contribuyen a mejorar sus condiciones operativas.

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Este buen desempeño exportador ha rebasado con creces las expectativas que se tenían al iniciar el año y, más todavía, en completa ausencia de esquemas de apoyo y promoción por parte del gobierno. Con estos resultados se ha dado ya muestras de sobra de la contribución potencial que las exportaciones manufactureras podrían tener para mejorar e incluso para abreviar la actual coyuntura económica de falta de liquidez internacional de la economía mexicana.

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Así las cosas, la puesta en marcha de los programas de apoyo a la planta industrial exportadora, demandados por los empresarios y prometidos por los funcionarios de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, adquiere una urgencia que muy difícilmente podría ser exagerada. Asimismo, es importante terminar con las condiciones de divorcio conceptual en relación con estos temas entre los representantes de los sectores público y privado, pasando a una etapa más constructiva de cooperación para el establecimiento de políticas que pudieran contribuir efectivamente a mejorar las condiciones de operación de la planta industrial del país.

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