El ojo detrás del celuloide
Alma Rosa García tiene el papel protagónico en la cinta que cuenta la historia de Cinemex, desde sus inicios —en 1995— hasta hoy en día, de sus 35 complejos cinematográficos y de sus ingresos por $1,500 millones de pesos en 2002.
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Ella selecciona las películas que se exhiben en la cadena, así que la rentabilidad de la compañía está en juego al momento de negociar con los estudios el porcentaje de los ingresos de taquilla que les toca, cuando programa las cintas y al momento de determinar en qué lugar se abrirá un nuevo complejo.
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García fue seleccionada por un cazatalentos en 1995. Acababa de egresar, pero cumplió con las exigencias de la carrera de administración de empresas en el ITAM al mismo tiempo que trabajaba para la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y realizaba estudios de mercado en la representación de los estados de Oregon y Pennsylvania.
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Al principio era la única mujer joven colocada en una industria donde predominaba el celuloide y los cincuentones.
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De ella depende la conversión del sector. Al efecto, deberá analizar a fondo los esquemas de financiamiento propuestos por los grandes estudios y bancos, pues mientras un proyector tradicional cuesta entre $8,000 y $12,000 dólares, el digital vale $300,000 dólares. Cinemex tiene sólo un equipo de este tipo, así que García tendrá que estudiar el camino más rentable para la migración.