Si únicamente concebíamos a Rolex como el tradicional Perpetual Oyster de oro y acero, no podíamos estar más equivocados. Su nuevo modelo Prince, de mecanismo perfecto y elegante diseño, ha triunfado de manera sorprendente alrededor del mundo al establecerse a la cabeza de una nueva generación de relojes que se caracteriza por la maestría tecnológica y el estilo original. El Prince logra una coherencia absoluta entre estética y movimiento. En oro amarillo de 18 quilates, este clásico instantáneo presenta una peculiar esfera en color champagne y contadores mixtos (números romanos para las horas y los minutos y árabes para los segundos). El brazalete de cuero incluye por primera vez un cierre mariposa que completa el equilibrio de esta magnífica pieza.
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