Después de la avalancha y éxito de Internet, un grupo de creativos del arte electrónico y empresarios idearon un sitio en la red de redes, El Sitio.com, con la idea de convertirlo en un megasite de entretenimiento en idioma castellano. Corría el año de 1996 y no fue que apareció públicamente hasta mediados de 1997 en Argentina.
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El hito que borró sus fronteras fue el Mundial de futbol Francia 1998, cuando sus enviados y sus trabajos atrajeron la atención del público latinoamericano. Los entusiastas empresarios reabrieron El Sitio Network, con nuevo diseño, nuevos canales temáticos y la incorporación de contenidos locales generados desde varios países en Latinoamérica. De hecho, fuera de Argentina uno de los primeros portales que “se conectó” fue México.
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Actualmente, El Sitio mantiene su cuarteles generales en Argentina y ha abierto oficinas en Brasil, Estados Unidos y Uruguay. Ya suma casi 200 personas en toda la empresa, 40 de las cuales hacen su labor para alimentar de contenido local las páginas de México.
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Abrir estas oficinas no era cosa de sacar la cartera y ya. El Sitio se fondeó inicialmente con $10 millones de dólares, básicamente con amigos y conocidos que confiaron en el proyecto. Posteriormente, y con la venia de otros accionistas (Grupo Cisneros, GCC, General Cinema, entre otros), obtuvieron en una primera ronda $44 millones de dólares.
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Tener productos de calidad en habla hispana, aportar un contenido local que satisfaga los requerimientos de los usuarios –que a su vez forme parte de un producto global que cubra las expectativas de información de otros países específicamente sobre el diario acontecer en México y el mundo–, es la misión de El Sitio.
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“Nuestra ventaja está que en individualizamos el producto y hemos invertido fuertemente no sólo en crear una marca, sino en fortalecer la planta de reporteros y especialistas que hacen el contenido de cada una de las páginas que publicamos”, explica Roberto Cibrián Campoy, CEO de El Sitio.
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La idea de Cibrián es conformar un lugar en el que se conjuguen una variedad de elementos dentro de Internet con contenido inteligente, divertido, crítico y analítico. Por ello define a El Sitio “como un medio de información, entretenimiento, servicios y comercio electrónico por Internet para el público de habla hispana y portuguesa. Un espacio donde las personas forman una comunidad virtual para relacionarse, jugar, interactuar, informarse, aprender y comunicarse”.
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Cibrián está convencido de que Internet no es una inversión con resultados inmediatos. Y menos en un mercado como el latino, donde la cultura para comprar en la red empieza a permear. “Para el 2001 llegará la madurez al mercado latinoamericano”, pronostica.
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“El comercio electrónico se debe dar al paso de cada país. En cada territorio tendrán que poner al día sistemas aduanales, bancarios, etcétera, para que la gente tenga menos inhibidores de compra vía Internet”, expone Cibrián.
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Al igual que otros portales, El Sitio está organizado básicamente en canales o áreas temáticas: comunidad, juegos, relaciones, tecnología, noticias, negocios, deportes, cine, música y esoterismo, entre otras, en las que se puede encontrar gran diversidad de información y entretenimiento. “Una sección muy exitosa es CupidoNet, donde se hacen amigos, amigas o más que eso”, comenta Manuel Blanco, director general de El Sitio en México.
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Y para distinguirse de su competencia, sobre todo, la que viene de otras regiones, El Sitio se clasifica como uno de los primeros medios en Internet en México, con generación de contenidos propios. “Para alimentar nuestros canales, hemos creado toda una red local de información, sin descuidar la información global, buscando que la gente que entre a Internet se divierta y entretenga, pero que también se informe; es más que un portal, es un medio de información y conocimiento”, define Blanco.
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A diferencia de otros portales en español, resaltan los ejecutivos entrevistados, existe una característica de El Sitio que va más allá de los contenidos, los servicios y productos que ofrece: “El Sitio tiene alma”, concluyen.