Tanya Moss soñaba de niña con dedicarse al diseño y ser famosa. Dibujaba -muñecas, las vestía, y hasta la llegaron a sacar de la clase por estar -dibujando, así que decidió estudiar diseño gráfico. Gracias a un intercambio -estudiantil con la Universidad del Sur de Illinois, Estados Unidos, se -involucró en el diseño de joyería y se convirtió en su prioridad.
- Pero primero probó suerte con el diseño gráfico y como freelance -tuvo clientes como Hanes, la marca de sudaderas. Luego, con un grupo de -amigas montó un despacho. Así que inició el diseño de joyas hasta 1995. En -la actualidad, una pieza de su creación en oro va de los $1,500 a los $70,000 -pesos y vende alrededor de 15,000 al año en plata y oro.
- Su marido Eduardo fue fundamental, la impulsó para tomar la decisión y hoy -es su sombra en el negocio. Hacen un tándem perfecto: pareja en lo personal, -socios en lo profesional. Tanya, encargada del diseño y la producción de las -joyas y el contacto con los clientes. Eduardo, encargado de la administración y -planeación de la empresa. En octubre de 1996 abrieron su primera tienda, en la -Ciudad de México, actualmente tienen 11, y 30 empleados. “No estamos -necesariamente peleados con la idea de iniciar con franquicias”, explica -Eduardo, “pero antes tenemos que posicionar fuerte el nombre de Tanya Moss”.
- Ella sigue soñando. Su modelo es la diseñadora de moda estadounidense Dona -Karan, “me gustaría llegar a establecer tendencias, con un nombre muy fuerte -en el mercado nacional e internacional, a la altura de Tiffany’s”.