El tamaño es lo de menos
“Y cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.” Este relato de Augusto Monterroso es, según muchos, el más corto de la literatura universal. Aunque nadie sabe con exactitud de otros postulantes, es cierto que existe mucho detrás de estas líneas. De hecho, hay antologías de cuentos que han nacido alrededor El dinosaurio, y profesores de literatura que dan clases enteras y cursos exclusivamente para descifrar y analizar este relato. Sin duda, podríamos pasar varias horas divagando e imaginando la infinidad de significados asociados a este minicuento. Es tan sólo una frase de apenas ocho palabras, pero a la vez abre un mundo de interpretaciones. Los relatos breves, como el del autor guatemalteco, pueden enseñarnos mucho y estimular nuestra mente. Su característica principal no es necesariamente el tamaño, sino todo lo que encierra. Las cosas pequeñas muchas veces pueden ser fantásticas, útiles y sorprendentes.
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La minifalda, por ejemplo, es una prenda de vestir que, a pesar de sus ires y venires en la moda, sigue siendo un producto clásico en muchas pasarelas y guardarropas. La cualidad de la mini, como algún día fue conocida, no es exclusivamente su reducido tamaño, sino el contexto en el que se lleva; es decir, lo que logra en su portadora y en la gente a su alrededor (atención, flirteo, admiración o repulsión). La extensión es sólo una cualidad de las minifaldas, pero no la más importante. De hecho, el tamaño es lo de menos.
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¡Basta de achicar!
Hoy en día hay una tendencia hacia la miniaturización: automóviles, reproductores de discos, ropa interior, restaurantes, computadoras, teléfonos celulares y hasta tarjetas de crédito. Casi en cualquier industria existe algún producto cuyo factor diferencial consiste en ser más pequeño que los demás.
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Fuera de ser interesante, en ocasiones el tamaño de un producto sí brinda un beneficio particular al usuario. ¿Alguien sigue utilizando un teléfono celular ladrillo en su bolsillo? ¿Existe algún problema en encontrar lugar para estacionar un Smart, o un Minicooper?
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Hay beneficios asociados al tamaño reducido en ciertos productos: comodidad, practicidad, portabilidad, facilidad, entre otros. Sin embargo, no necesariamente hacer algo pequeño es hacer algo mejor. Existen una infinidad de productos y servicios que, al ser reducidos, causan grandes inconvenientes al usuario.
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Por ejemplo, algunos teléfonos celulares son tan pequeños que resulta casi imposible teclear un botón con las yemas de los dedos. Los usuarios requieren demasiada concentración al marcar, se equivocan, tardan mucho o simplemente se limitan a recibir llamadas. La mayoría de la gente puede vivir con este inconveniente, pues las desventajas que la miniaturización presenta en el teclado son mínimas comparadas con las grandes ventajas que aporta su portabilidad.
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Muchas veces, las posibilidades tecnológicas (que permiten que algo sea más pequeño) no consideran los factores humanos físicos (ergonómicos), culturales, sociales o psicológicos. La idea de hacer algo más pequeño por el simple hecho de hacerlo supone que la gente lo prefiere o necesita, cuando no siempre es así.
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Desde el punto de vista publicitario, lo mini puede resultar una buena estrategia de posicionamiento; en cambio, desde la perspectiva de producto no funciona como una táctica de diferenciación, o por lo menos no exclusivamente. Nadie prefiere un producto sólo por su reducido tamaño, sino por las ventajas que brinda –algunas veces a consecuencia de su tamaño–: ¿es más ligero?, ¿es más fácil de transportar?, ¿me permite realizar múltiples cosas? Es decir, su funcionalidad, junto con su reducido tamaño, es lo que hace que alguien lo prefiera.
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El minirelato de Monterroso no tiene como objetivo ser el cuento más pequeño de la literatura, sino demostrar que pocas palabras pueden tener muchos significados, permitiéndonos ser lectores y autores al mismo tiempo.
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Es precisamente esa cualidad la que lo hace tan importante y tan representativo de lo que acontece hoy en día. Bienvenidos al presente.
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*Luis Arnal es director de Design Strategy Research. Comentarios: www.dsr-group.com