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El voto decisivo

El electorado hispano está descontento por los incumplimientos republicanos en migración. Y su vot
mar 20 septiembre 2011 02:55 PM

El voto hispano, la minoría más grande de los Estados Unidos con 38.5 millones de almas, va a estar peleado como nunca antes en las elecciones de 2004. El peculiar sistema de votación hace que no sea tan importante cuántos latinos hay, sino dónde están.

- El sistema, que permitió a Bush ganar las elecciones de 2000 con menos votos que su rival Al Gore, convierte al Colegio Electoral en la unidad decisiva en la elección de Presidente. Quien gana un comicio estatal, aunque sea con un sufragio de diferencia, obtiene todos los votos de ese estado en el órgano elector.

- Se necesitan 270 de los 538 votos electorales para ganar la elección. La población del estado es la principal variable que determina el número de votos en el Colegio, aunque hay un ligero sesgo hacia los más pequeños.

- Los estados en los cuales el voto latino tiene relevancia son los llamados swing states que todavía pueden girar a un partido o otro. Los hispanos tienen un papel estratégico importante en: Florida (27 votos electorales), Arizona (10), Colorado (9), Nuevo México (5) y Nevada (5).

- El voto latino en Florida es sin duda la joya del electorado hispano. Con 900,000 votantes de ese origen registrados, la elección presidencial puede depender otra vez de su preferencia. Efectivamente el voto latino en ese estado decidió las elecciones en 2000 a favor de Bush, lo que explica la importancia de la comunidad cubana de Miami en la política estadounidense.

- Los hispano-americanos son conservadores en asuntos sociales como el aborto y la homosexualidad. Sin embargo, los republicanos se han hecho tan impopulares con sus posiciones en asuntos migratorios que las tendencias conservadoras de los latinos no se reflejan en las urnas. Los hispanos, con la excepción importante de los cubanos, generalmente son demócratas, con cinco de ese partido registrados por cada dos republicanos, según datos de Hispantelligence, brazo de investigaciones de la revista Hispanic Business.

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- Las encuestas miden una ligera mejora de la posición de los republicanos, que tienen más éxito en presentarse como el partido del sueño americano en los últimos años.

- ¿Quién podrá revivir la agenda migratoria?
Mirando de reojo a México, los dos candidatos presidenciales han incluido en sus plataformas electorales iniciativas para abordar el asunto migratorio. Pero la ocupación de Irak consume todo el tiempo de los estrategas gubernamentales en Washington porque es la principal preocupación del electorado estadounidense, junto con la marcha de la economía.

- Para México, la normalización migratoria no sólo implica regular los flujos de remesas, que sumaron $12,500 millones de dólares en 2003; está en juego la posibilidad de obtener en el futuro una mayor influencia en la agenda estadounidense, a la manera de la migración cubana, un lobby con gran influencia en Washington.

- Más allá de esta retórica electoral, ¿quién de los dos tiene una visión más generosa sobre la inmigración y quién puede garantizar que logrará sacar adelante sus propuestas?

- El plan de Kerry es más integral y beneficioso para México. Bajo el lema de “legalización merecida”, el senador por Massachussetts quiere regularizar la situación de todos los inmigrantes indocumentados que hayan residido en Estados Unidos durante cinco años como mínimo, que hayan pagado impuestos y no tengan antecedentes criminales.

- Para los que cumplan estas condiciones, ofrece un camino directo a la residencia permanente y a la ciudadanía. También aboga por la “reunificación familiar” y la naturalización de los inmigrantes legales que sirven en las Fuerzas Armadas, alrededor de 37,000.

- Bush anunció en enero un programa de visas temporales de tres años, renovables, para trabajadores inmigrantes, que contempla a unos 10 millones de indocumentados que ya están en suelo estadounidense. Estos inmigrantes ocuparían puestos de trabajo para los que no hubiera estadounidenses “disponibles” y abriría la puerta a la residencia legal, pero vía la - green card, es decir, no de forma directa ni garantizada. Esta iniciativa cuenta con el visto bueno del gobierno mexicano.

- El senador demócrata tiene el respaldo de la influyente organización hispana Consejo Nacional de La Raza. Su presidente, Raúl Yzaguirre, cree que después del -11-S Bush dejó la agenda hispana en “el abandono y el desinterés”.

- De confirmarse los primeros pronósticos, en las elecciones de noviembre los republicanos obtendrían la mayoría absoluta no sólo en la Cámara de Representantes sino también en el Senado. En este escenario, Bush sería el que estaría en mejores condiciones para convencer a los conservadores republicanos, los más reticentes para aprobar algún tipo de reforma a las leyes de inmigración.

- México se enfrenta a una incómoda paradoja: conformarse con una reforma más limitada y menos ventajosa pero más probable de materializarse, como la de Bush, o confiar en que Kerry pueda sacar adelante sus planes, más beneficiosos pero también más improbable que lleguen a materializarse.

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