Ah qué tiempos aquellos cuando, buscando millonarios fuera del estado de Nuevo León, uno podía encontrarse de inmediato con el nombre Vallina, en Chihuahua! Nacido en la capital de ese enorme estado, don Eloy hizo millones al frente de dos grandes negocios:
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Ponderosa Industrial y Multibanco Comermex, pero los tiempos de sequía económica y un par de ofensivas “históricas” por parte del Estado han terminado por erosionar su papel entre los gigantes empresariales.
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La primera ofensiva del gobierno se dio por allá de 1970, cuando el entonces presidente Luis Echeverría les expropió 257,000 hectáreas de bosques en la entidad, haciéndoles mucho más difícil la adquisición de materia prima para su negocio de papel y celulosa. Se puede argumentar que, hasta donde se entiende la Reforma Agraria, la familia o su empresa no tenían derecho a poseer tanto territorio (aunque hoy las nuevas leyes de producción forestal podrían cambiar ese esquema), pero los afectados aún siguen peleando la indemnización que creen correspondiente. Al parecer, el gobierno de Echeverría les pagó una bicoca y luego se hizo ojo de hormiga; no por nada se ganó tan a pulso el cariño de la clase empresarial en su sexenio.
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Pero ahí no paró la cosa. Ya en 1982, al final de la célebre “docena trágica”, su sucesor José López Portillo nacionalizó -Multibanco Comermex, aunque por éste si les pagaron una buena cantidad de dinero. Habrá que imaginarse la opinión de los Vallina al ver a su banco ahora en brazos del Grupo Financiero BBV, luego del manejo de “riesgo” que le dio el presidente de los banqueros, José Madariaga.
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Con todo y tanta afrenta, Eloy S. Vallina Lagüera (quien cumple 59 años este mes de septiembre) sigue fiel a la causa de la Revolución Institucionalizada. Su mejor comentario acerca del Partido Acción Nacional (PAN) fue cuando dijo que no se acabaría el mundo si ganaba Diego Fernández de Ceballos en 1994 (del PRD ni hablar). Eso no evitó que fustigara al blanquiazul chihuahuense y que presidiera el Comité Estatal de Financiamiento del Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante las elecciones locales de 1995... que perdió el tricolor.
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Pero no es en lo político en lo único que le ha ido mal últimamente. Luego de que el sexenio pasado su Grupo Chihuahua hiciera grandes inversiones en plantas papeleras, de que abriera la fábrica más grande de Latinoamérica y de que anunciara que le haría la competencia fuertemente a las dos grandes multinacionales del papel (Crisoba y Kimberly Clark, hoy fundidas en una), el precio del papel se desplomó.
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En parte por una sobreoferta mundial, en parte por la apertura comercial, Ponderosa tuvo que cerrar varias de sus plantas, dejando a mucha gente sin empleo y poniendo al grupo en un situación tan difícil que terminó ofreciéndose en 51% al olímpico Alfonso Romo.
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Por cierto, éste no es el primer negocio que Vallina le suelta al caballista: ya antes le había vendido Seguros La Comercial, hoy convertido en el grupo más fuerte del ramo. ¿Por qué la soltó? Sólo Dios sabe.
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Claro que no todo es negro para este millonario, y no faltará herencia para sus tres hijos. Más bien, lo que se atisba en el futuro de Grupo Chihuahua es un cambio de giro. Apoyado en las buenas ventas que sí le da su negocio de empaques y cartón, don Eloy está -incursionando muy fuertemente en el negocio maquilador, como dueño de un complejo de plantas en Ciudad Juárez (que podría ser el más grande del país), con una producción que abarca -autopartes, electrónicos, medicinas y un largo etcétera.
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Además están Almacenadora SA, una de las más importantes del país en su especialidad, y Tropical Garment, una firma que fabrica ropa para las grandes tiendas de Estados Unidos. Y por supuesto, hay que contar con su actividad como banquero en otros países (ya que aquí le hicieron el feo), con sus Mbank y State National Bank, en Texas. Es como si practicara el dicho de “si no puedes con el enemigo, conviértete en su proveedor”.
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Aunque su fortuna está mudándose hacia Ciudad Juárez, Vallina no ha descuidado las buenas obras en su ciudad natal, patrocinando instituciones como el Centro Cultural Chihuahua, el Tec de Monterrey campus -Chihuahua y varias escuelas de diversos niveles. Por cierto, se comenta que los Legionarios de Cristo tienen muy presente su onomástico.
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Nunca tan conocido como sus parientes y colegas de Monterrey, Vallina está dejando poco a poco los negocios -tradicionales de la familia para incursionar en nuevos campos. A ese nivel la riqueza no se destruye, tan sólo se transforma.