Fiel de la balanza

La voz de Luiz Inácio Lula da Silva se escucha más fuerte en foros -internacionales. El presidente de Brasil salió de la poco resolutiva cumbre de -Las Américas –en la que EU no logró agendar un Área de Libre Comercio de -las Américas (ALCA) a partir de 2006– como un líder regional. Y eso que -condicionó la eliminación de los subsidios agrícolas en EU y Europa, para -avanzar en la Ronda de Doha, a tratarse en diciembre durante la reunión de la -OMC en Hong Kong. Pero, ¿quién le dio el mando?

- La respuesta está en la ambición de ese país por convertirse “en una -potencia internacionalmente respetada”, apunta Carlos Alberto Montaner, autor -del libro Las raíces torcidas de América Latina. En pos de esto, Brasil -busca un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU, recibe lo mismo a líderes -árabes que impone condiciones a las importaciones chinas.

- “Brasil tiene muy claro a dónde va”, señala María Teresa Gutiérrez, -investigadora de la UNAM. Armado con una política exterior definida, -crecimientos positivos en PIB (más de 4%) y balanza comercial (más de 33,700 -mdd); amén del respaldo, no sólo de gobiernos del Mercosur, sino del resto de -Latinoamérica, Brasil aprovecha su auge para ganar liderazgo antes de que la -bonanza se acabe. También toma ventaja de cierta pérdida de credibilidad -regional que pudo sufrir México, a raíz de la firma del TLCAN cuando se unió -comercialmente con EU y “ya no tuvo ojos para otro país”, opina Gutiérrez.

- Para recuperarla, México tendría que replantear su política exterior no -sólo con Brasil, sino con China, India o la UE, “y no llegar al encuentro de -la OMC con la agresividad con la que fue a Argentina”, señala Enrique Dussel, -académico y analista.

- Los hechos hablan por sí solos. Por ahora, Bush prefiere cancelar reuniones -con Vicente Fox, para pasear con Lula.