Por fin llega al Palacio de Bellas Artes la nueva ópera del compositor mexicano Daniel Catán y la libretista Marcela Fuentes-Beráin. Los recortes presupuestales habían impedido la anhelada escenificación de Florencia en el Amazonas en la temporada 1998. Será hasta fines de mayo cuando se presente, pero en sólo dos funciones y en versión ópera-concierto.
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Estrenada hace tres años en Houston, y luego de hacer un recorrido exitoso por las óperas de Los Ángeles y Seattle, Florencia en el Amazonas es, sin duda, la más lírica de las tres óperas que hasta la fecha ha compuesto Catán. (La anterior, La hija de Rappaccini, está basada en textos de Octavio Paz.) “He tratado de escribir música hermosa para una conmovedora historia que nos concierne a los que hemos vivido el amor con todas sus intrincadas sutilezas, sus sufrimientos y sus gloriosas alegrías”, señala el compositor.
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Esa historia, basada en textos e ideas de Gabriel García Márquez, es una alegoría sobre el amor, encarnado en el personaje de Florencia Grimaldi, una famosa cantante de ópera que regresa a su pueblo natal a bordo de un barco que recorre el Amazonas, después de una carrera triunfal en Europa, en busca de su primer y único amor.