Es astrofísico. Trabajó con el equipo italiano que este año recibió el Premio Nobel en la disciplina. Desde 1974 se integró al negocio familiar; ahora es presidente del Consejo de Administración de Techint, un grupo de más de 100 empresas que tiene 43,000 empleados en todo el mundo, 7,000 de ellos en México. Como parte de su integración a los países donde tiene presencia, la multinacional invierte $3 millones de dólares anuales en la promoción de arte. Para Rocca es una ventaja competitiva, porque “el patrocinio de arte tiene varios tipos de beneficios: uno es la sensibilidad de la sociedad, pero no es lo más importante. Hay uno más profundo, que es el de crear un sentido de pertenencia en la gente que trabaja en el grupo, además de que se rija por su profesionalismo y eficiencia.
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Esto se logra con un proyecto a largo plazo que en alguna medida tiene que estar ligado a su espíritu; la relación con el arte brinda esto, que la vida económica no termina con los mecanismos de profit, también es creación, construcción y compromiso con la sociedad.” ¿Esto es filantropía?
“No me gusta el término. Es una palabra que significa dar algo desde una posición de fuerza. Es más bien una cuestión de colaboración de la estructura social para generar riqueza y oportunidades. La filantropía más importante es la posibilidad de crear lugares de trabajo.”