A las docenas de promociones y la oferta de productos que llegan por correo cuando se está en alguna lista de clientes con posibilidades, se suma hoy la “venta” de blindajes para autos de lujo y, entre otros servicios, hasta la renta de vehículos blindados.
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El ofrecimiento proviene de la División Blindajes de Ultra Alarme –empresa con 16 sucursales en el país–, que cuenta con paquetes antiasalto, antisecuestro y antiterrorismo. La diferencia entre ellos es el grosor del blindaje, y el aumento de peso que el vehículo tiene según el nivel de seguridad que se busque.
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Blindar un auto lleva de 30 a 40 días hábiles y exige un gasto de varios miles de dólares, o más, si se opta por toda una lista de equipo adicional que puede convertir su auto en algo muy parecido a las naves que conduce James Bond. Los vehículos que la compañía ofrece blindar incluyen –desde luego– los Jaguar, Mercedes Benz, BMW, Land Rover, Audi, Cadillac, Lincoln y Ford Mercury; pero también alcanzan al Honda Accord, así como a ciertos modelos de Chrysler, Nissan, Volkswagen y General Motors.
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Esta industria –desgraciadamente floreciente– es otro de esos sectores –hijos de la inseguridad– que han adaptado los tristes avances de la industria armamentista para evitar, precisamente, los embates de asaltantes armados.