La carga de trabajo, la competencia laboral, los deberes de mantener una casa, la responsabilidad de los hijos o el estrés causado por el tráfico podrían ser razones suficientes para acudir al psicólogo. Sin embargo, en términos generales, en México sólo hay dos que llevan a los hombres a consulta: la depresión y la disfunción eréctil.
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Gran parte de las veces ambos padecimientos podrían haber sido evitados con una terapia a tiempo. "Antes de llegar al consultorio, muchos varones hacen un peregrinaje por distintas especialidades médicas hasta que un buen doctor les dice que tienen que ver a un psiquiatra", comenta Juan Luis Álvarez-Gayou, psiquiatra, sexólogo y director del Instituto Mexicano de Sexología.
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Si al varón le cuesta acudir a terapia por causa de un estado depresivo, el tema de la disfunción eréctil no es menos peliagudo. "Quien se decide a venir por este tipo de problema lo hace, o porque está en juego su relación de pareja o porque ya una vez rompió por esta causa y no quiere que le vuelva a suceder."
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