Siempre contra la corriente. Concibieron el negocio en 2000, cuando las punto com declinaban, y lo lanzaron en febrero de 2002, después del fracaso del sector. La Comunidad del Huevo insiste en cobrar por el acceso a su sitio, y le está funcionando.
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La empresa productora de los huevocartoons, unos huevos caricaturizados creados en Querétaro y disponibles en una página de internet, atrae a 200,000 visitas diarias y puede reunir 18,000 usuarios en un mismo momento.
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Un par de convenios los catapultó. Con Sabritas llegaron a la TV y a sus bolsas de frituras en todo el país. Su nuevo socio, Tycoon Enterprises, potenció la venta de merchandising colocando en seis meses licencias para manufacturar desde ropa hasta papel de regalo. A través de esa alianza, Telcel hace accesibles sus personajes en los celulares de sus 22.1 millones de usuarios. También este año distribuyeron entre sus afiliados una animación que fue parte de la campaña de publicidad de Clío, de Renault.
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Todo eso ha dejado a la firma una base de datos de 500,000 usuarios en un sitio de entretenimiento y 100,000 que son compradores activos de huevocréditos, a razón de entre $30 y $100 pesos cada uno. La cuarta parte accede desde Estados Unidos y Latinoamérica, el resto son mexicanos.
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La Comunidad se ha vuelto casi un cluster del huevo y prevé producir en 2004 un largometraje para cine o TV.