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Informe sin propuesta

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mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

A diferencia de lo que sucedió en 1997, cuando el presidente Ernesto Zedillo -convocó a los diferentes sectores y partidos a discutir las líneas de lo que -debería ser una política económica de Estado, ahora no presentó ninguna -iniciativa que pudiera contribuir al diseño del país que requieren los -mexicanos. Entre los aspectos que podrían ayudar a ello, por ejemplo, no -mencionó la urgencia de la tantas veces pospuesta reforma fiscal; tampoco se -refirió a la necesidad de fortalecer el Programa de Política Industrial y -Comercio Exterior –uno de los programas sexenales que posiblemente tendrían -un horizonte de largo plazo–, que en estos momentos podría ser clave para -limitar el efecto de la crisis financiera sobre la actividad industrial.

- Lejos de eso, la mayor parte del discurso presidencial en materia económica -se limitó a argumentar a favor de las medidas que adoptó el gobierno frente a -la crisis de carteras vencidas, la caída en los precios del petróleo y las -turbulencias financieras.

- Quizá un importante avance es que ahora se reconoce la necesidad de advertir -que las dificultades internacionales que afectan a México podrían prolongarse -por lo menos otros dos años.

- Es probable que el Presidente haya reconsiderado que una discusión tan -importante como la sugerida alrededor de su propuesta del año pasado –que -debería desembocar en una política económica que no cambie con el inicio de -cada sexenio, que establezca el marco básico de la acción económica, permita -evitar las crisis sexenales y sea capaz de generar el compromiso y aceptación -de todos los actores sociales– no puede darse por decreto, sino que deberá -ser consecuencia del debate diario entre partidos y sectores económicos y -sociales.

- Si hubiera hecho esa reflexión, habría sido interesante su exposición -acerca de cuáles podrían ser las bases de un consenso fundado en la -experiencia de los últimos 12 meses y los retos de los próximos dos años. Sin -embargo, no lo hizo.

- EL ENTORNO, DETERMINANTE
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Por otra parte, llama la atención que en éste, su IV Informe de Gobierno, -el Presidente acepte en forma implícita que, una vez más, no se podrá dar -respuesta a las necesidades urgentes de los mexicanos.

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- Como una de las causas de esa perspectiva, Zedillo advirtió que durante los -próximos dos años la situación mundial impondrá grandes retos y -restricciones a la política económica. Asimismo, apuntó que los efectos más -significativos de la inestabilidad observada en los mercados financieros -internacionales apenas están por afectar a las economías más desarrolladas. -Probablemente se refiera a que ahora se deberá esperar el impacto sobre la -esfera productiva.

- De lo anterior se podría concluir que, si los eventos que se han presentado -hasta ahora ya han obligado a realizar tres ajustes al gasto público y aplicar -fuertes restricciones monetarias, hasta elevar las tasas de interés a niveles -superiores a 27% y poner en riesgo el saneamiento de la banca, el futuro -impondrá mayores restricciones con graves costos sociales.

- Lejos de vislumbrar la posibilidad de establecer medidas que tiendan a -limitar el impacto de la especulación financiera o de proponer esquemas que -permitan un manejo más flexible de los distintos instrumentos de política -económica, el Presidente asume como inevitable el abandono de sus metas -sexenales de crecimiento.

- Aunque señala que la generación de empleos mejor pagados, así como la -mejoría en la prestación de servicios educativos y de salud, y, en general, -“el avance social de México y de cualquier país depende del avance -económico”, en el discurso presidencial se reducen sustancialmente las -expectativas ofrecidas al inicio del sexenio.

- Como se recordará, el actual equipo gobernante estableció que para resolver -parte de los rezagos sociales acumulados en México, el Producto Interno Bruto -(PIB) debería crecer por lo menos 5% promedio anual entre 1994 y el 2000. Sin -embargo, el cúmulo de presiones que estallaron a finales de 1994 repercutió en -una drástica caída en el producto nacional de 1995. Aunque la economía se ha -recuperado, para lograr el crecimiento de 5% promedio anual en los seis años, -entre 1997 y el 2000 el PIB deberá avanzar a una tasa anual mayor a 8%.

- A cambio, Zedillo acorta los periodos de comparación y señala que para -crecer a una tasa media anual de 5% entre 1996 y el 2000 sólo se requerirá un -incremento promedio anual de alrededor de 4% en 1998, 1999 y el 2000. Eso es -cierto; al establecer como referencia el PIB de 1996, cuando el producto del -país fue inferior en 1.3% con relación al de 1994, se reduce sustancialmente -el reto del crecimiento. De manera que con este cálculo hecho por el -Presidente, al final del sexenio se tendrá un crecimiento 10% inferior al que -se había propuesto al inicio de su mandato.

- Por supuesto, en las condiciones que se prevé habrá en los meses siguientes -y los próximos dos años, un crecimiento de sólo 4% puede ser un objetivo -menos complicado que pretender un avance de 8%. De entrada, se propone la -necesidad de programar un crecimiento bajo, lo que sin duda evitará la crisis -de finales de sexenio.

- TEMAS VINCULADOS
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Entre los vacíos del informe está también el reconocimiento de que no se -alcanzarán las metas de estabilidad, que en la concepción del equipo -gobernante tienen “el propósito de alcanzar y preservar las condiciones que -permitan a la economía nacional no sólo crecer en el corto plazo, sino hacerlo -firmemente a largo plazo”. Esa intención se encuentra en la base de la -política aplicada en los últimos sexenios pero, por desgracia, así como -ocurrió en 1994, ahora, más allá de alcanzar esas “condiciones” –que en -realidad se limitan a reducir la inflación–, nuevamente se retorna a la -inestabilidad, de modo que el crecimiento de precios será cercano a 15%, la -paridad acumula una depreciación que ronda 23% y las tasas de interés alcanzan -niveles estratosféricos. No se permite el crecimiento para no generar -inestabilidad; pero se quiera o no, ésta vuelve a presentarse, a pesar de que -se actúe con “prudencia” y firmeza.

- Con ese sentido, que podría parecer la justificación acrítica de lo hecho, -el Presidente sí hizo una férrea defensa de las medidas adoptadas para hacer -frente a la crisis que afectó al sistema bancario. Lo cierto es que si bien los -objetivos generales del rescate eran correctos –evitar la quiebra del sistema, -restablecer la operación normal de la banca, apoyar a los deudores que hubieran -actuado responsablemente y reducir el costo del salvamento–, también es un -hecho que los resultados fueron muy discutibles y, más aún, dejaron de lado un -factor determinante para reducir el costo del rescate, que fue el de recuperar -todas aquellas fortunas logradas en forma fraudulenta. Las cifras dadas acerca -de los que estuvieron involucrados en operaciones de ese tipo son muy pobres.

- Otro aspecto destacable es el reconocimiento de que no se tuvo la capacidad -para prever la caída en los precios del petróleo. Urge que se adopten medidas -para que, en la relación con productores y consumidores, México promueva -esquemas de evaluación del mercado petrolero con mayor precisión, para evitar -esas sorpresas.

- Por otra parte, habría sido interesante conocer el análisis del Presidente -acerca de los elementos que pudieran dar lugar al consenso que se requiere para -evitar que la única opción posible para el país, basada en la “conducción -prudente y eficaz”, en realidad se reduzca a desacelerar, o en su caso a -contraer, el crecimiento.

- Al respecto se puede decir que la realidad obliga a evitar posiciones -irreductibles por parte del Ejecutivo, y a imponer al Legislativo la obligación -de analizar y modificar las propuestas presidenciales e incluso elevar -iniciativas, en función de los intereses de sus votantes, en un proceso en el -que el poder Judicial también está forzado a realizar aportaciones. -Seguramente se avanzará con más firmeza en el empeño por delinear el nuevo -país que todos demandan.

- El autor es editor ejecutivo de Tendencias Económicas y Financieras (TEF), -boletín semanal de análisis para la dirección de empresas publicado por el -Grupo Editorial Expansión.

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