Edson Arantes do Nascimento llegó a México como parte del road show internacional de Pzifer. Pero más allá de la publicidad a la famosa pastilla azul, Pelé es en sí mismo una máquina de hacer negocios, un excelente ejemplo de nombre hecho marca.
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Desde su empresa, Pelé Sports & Marketing (con oficinas en Sao Paulo, Nueva York y Tokio), se maneja con cuidado el principal activo de la firma: su imagen.
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Umbro, Mastercard, PepsiCo, Time Warner fueron algunas de las corporaciones con las que firmó contratos multimillonarios.
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¿Qué atributos tiene el sello Pelé para seguir vigente 20 años después de que abandonó el futbol?
La imagen de honestidad y la buena reputación, algo que ayer y hoy busca cualquier compañía. Uno como marca debe dar una imagen creíble y respetable.
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¿Pelé es una marca adaptable a cualquier producto?
Podría ganar millones, pero no quiero. Nunca acepté contratos de cigarros ni de alcohol. No me interesa, no es compatible con las campañas que promuevo para UNICEF, por ejemplo. Prefiero trabajar para firmas que me den valores, no sólo dinero.
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¿A cuántas organizaciones representa hoy?
A cuatro. Una de ellas es Café Pelé, donde también soy socio, y tengo el orgullo de decir que hoy es la que más se consume en Rusia.