Justicia rápida

Para reclamar una deuda de 10,000 dólares en México, el demandante gasta 3,000 dólares en el juicio y espera hasta ocho meses para recuperar su dinero; en Francia, una demanda igual costaría 700 dólares y se cobraría en un mes.

- Más aún –según el informe ‘Barreras en la Ejecución de Sentencias Judiciales’, elaborado por IFES, organismo internacional para promover la democracia–, si la deuda tenía un inmueble en garantía de pago, el acreedor tendrá que desembolsar 4,000 dólares en el juicio, y esperar de 18 a 24 meses. Pero si ocurriera en Francia, el querellante sólo pagaría 1,000 dólares por el trámite y esperaría menos de 12 meses.

- ¿La diferencia? Los juicios orales. Ante la lentitud e ineficiencia de la justicia en México, el Reino Unido envió al consejero real Bruce Houlder para exponer esta modalidad como alternativa al problema de la justicia mexicana.

- El alto costo y largo tiempo de respuesta de la justicia mexicana en asuntos mercantiles, equivale a los de Argentina y Perú. Es por ello que de 9.6 millones de delitos que se cometen cada año en México, sólo 1.6% llega a un juez, pues la víctima debe pagar los honorarios del abogado, reunir las pruebas, pagar las copias certificadas, los honorarios del perito y, por supuesto, algunos sobornos.

- “Para mí es increíble que exista un sistema de justicia como el mexicano. El juez no decide el caso, sino sus ayudantes. Él únicamente firma la sentencia. Incluso, los que están presos nunca vieron ni supieron qué juez los sentenció”, explica Bruce Houlder, consejero real de la barra de Inglaterra y Gales.

- Houlder menciona que los juicios orales “dejan menos huecos para la corrupción, algo que debilita mucho la economía de un país”.

- Más allá del gasto en justicia, “un sistema que tarda mucho en resolver juicios, no inspira confianza a los inversionistas en el país, con lo que el costo social es mayor”, asegura Houlder.