Dicen que los niños son el futuro y la esperanza de cualquier nación. Y que por eso es fundamental que reciban, desde la más tierna infancia, una buena educación.
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En DESEM (Desarrollo Empresarial de México) se lo han tomado en serio: entre otras actividades, esta asociación cuenta con varios programas de educación básica, destinados a forjar futuros líderes para México. Su objetivo: acabar, de una vez por todas, con la mentalidad de “empleado” del mexicano, enseñándole al niño que puede tener su propio negocio.
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Mediante dinámicas de grupo, los niños, de preprimaria a sexto grado, se acercan al mundo de los negocios. Y se abordan todos los temas, desde conceptos teóricos básicos, hasta la más dolorosa realidad: ¡el fisco! El nuevo mexicano ya no tendrá excusa ante el delito de cuello blanco. DESEM contempla, para los alumnos de tercer grado de primaria, toda una lección dedicada a los impuestos y a los riesgos que conlleva no cumplir religiosamente con Hacienda. Y si a primera vista parece una experiencia casi traumática, lo cierto es que los niños absorben la información como una esponja, sin que les plantee mayor problema. Dulce Alejandra afirma, después de haber recibido los cursos, que piensa enseñarle todo lo que sabe a su hermano, ya que este sueña con poner una carnicería. Y hasta los instructores aseguran sacar gran partido de su experiencia como maestros.
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“Por un lado está el currículum”, explica Gabriel Espinosa, licenciado en Administración. “Por otro, el trabajo con los niños es francamente gratificante. Además de que ponerse a su nivel, incluso le ayuda a uno a aclarar ciertos conceptos.”
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Por cada curso de este tipo –cinco sesiones de una hora cada una– DESEM cobra $50 pesos por alumno. Y en este momento, hay cerca de 15 programas de educación básica y superior, en más de 500 instituciones educativas del país.