¿Y qué ocurrirá con Bancrecer? La entidad se mantiene en “situación especial” desde finales de 1997 –y opera con números rojos desde la crisis del 95–. Hace un año, Bancrecer anunció un esquema de capitalización, mediante el cual los accionistas originales –encabezados por Roberto Alcántara– buscarían nuevos socios para inyectar $500 millones de dólares. Un primer grupo aportaría $200 millones, Alcántara y su gente invertirían un capital igual y cederían el control del banco. Los $100 millones restantes serían aportados por un tercer grupo. Pero el dinero nunca llegó y ahora las autoridades se muestran inquietas. A lo largo de 1998 se mencionó al grupo español Argentaria y al estadounidense BankAmerica, pero ambos han guardado silencio y otros, como Banorte, se han autodescartado. Banco Bilbao Vizcaya (BBV), una institución urgida por crecer en México al mismo ritmo que su competencia, se perfila ahora como el candidato más serio. El Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) tendrá que atender el problema de saneamiento de Bancrecer, con una cartera vencida de más de $11,000 millones de pesos a septiembre de 1997 –sin contar la parte vendida a Fobaproa– y un índice de morosidad superior a 20%.
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