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La era de internet una llamada de alerta

Aquellos que no adopten y exploten la nueva tecnología y que no se defiendan de las crecientes amen
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

La internet del 2009 se comparará con la de 1999 como un BMW se equipara con una carroza guiada por caballos. De hecho, la obtención y uso de información en varios idiomas, y desde cualquier parte del mundo, será en forma más rápida y fácil. La red y la infraestructura base serán lo suficientemente confiables y seguras, incluso, para las aplicaciones de negocio más críticas. Pero… ¿qué nos aguarda para el futuro?

- Como sugiere un artículo reciente, publicado en The Economist, la mejor manera de imaginar a internet del futuro es observando las limitaciones que hoy presenta. Internet tiene tres importantes deficiencias, las cuales, son muy conocidas: acceso limitado, problemas en el uso cotidiano e imperfecciones en su infraestructura.

- Acceso Limitado. El principal equipo de acceso continúa siendo la PC, cuyo uso tiene sus bemoles: requiere cierto entrenamiento para usarla y es costosa.

- Problemas en el uso. La obtención de información específica de manera eficiente y confiable es un problema constante. Muchos usuarios de internet conocen la frustración que significa tener que seleccionar, a través de un cúmulo de información irrelevante, algo verdaderamente útil. Y muchas compañías se enfrentan a la dificultad de integrar internet a sus sistemas existentes.

- Imperfecciones en la infraestructura. Los principales problemas de infraestructura son la falta de capacidad en la red, que trae como consecuencia un lento acceso a la información, sobre todo en horas pico, así como falta de seguridad.

- Pero todo lo anterior, afortunadamente, está por cambiar: el acceso ya no será un problema, dado que la PC se volverá solamente una de las múltiples rutas (el acceso a través de la televisión ya está disponible y seguirá evolucionando, así como la adaptación de aparatos móviles –teléfonos celulares– de acceso a internet).

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- Aunque es probable la aparición de algunos sistemas exclusivos para ciertas plataformas, la mayoría de los expertos coincide en que los sistemas abiertos serán los motores de desarrollo para internet. Muy pronto, tecnologías tales como Bluetooth (un sistema de radiotransmisión de corto alcance) permitirán que casi cualquier aparato electrónico pueda ser conectado a internet.

- La habilidad para monitorear y controlar cualquier aparato electrónico en el hogar, en la oficina o en el automóvil –desde cualquier lugar y en cualquier momento– afectará profundamente nuestra forma de vida. El potencial para transformar las operaciones de negocios, a través de una comunicación más efectiva, está delimitada solamente por la imaginación de los empresarios al frente de esta revolución.

- Las dificultades en el acceso a la web –y su integración con los sistemas existentes–  tienen una raíz común. Los protocolos de la WWW fueron creados originalmente para el manejo de conocimiento científico. Como resultado, el contenido de internet difícilmente puede ser interpretado por computadoras pues, vaya paradoja, es “lenguaje humano”.

- Ahora existe un nuevo protocolo: XML (Extensible Mark-up Language) que describe el contenido en un lenguaje que se hace comprensible para las máquinas. Con el XML la búsqueda de información y la integración de los sistemas existentes de datos será más sencilla y racionalizada de lo que resulta en la actualidad. Por ejemplo, un instrumento de búsqueda del XML –que trata de encontrar el vuelo más barato de Londres a Nueva York– puede reconocer y comparar información como destino y precio en cualquier sitio de internet.

- Esta amplia, pero selectiva capacidad de investigación, significará un gran paso adelante a partir de los ineficaces buscadores que existen hoy. Asimismo, el desarrollo en las tecnologías de traducción de lenguaje y reconocimiento y reproducción de voz implicará que el contenido podrá ser creado y expresado como texto electrónico o como lenguaje hablado en cualquier idioma. Las ventanas hacia el mundo de internet se verán menos como pantallas de computadora y más como aparadores en una tienda.

- Los problemas de infraestructura serán también eliminados con el lanzamiento de nuevas tecnologías. Las tecnologías de telecomunicaciones de banda ancha como DSL (Digital Subscriber Line) y las nuevas tecnologías móviles solucionarán los problemas de capacidad de la red. Se habilitarán los alambres de cobre de las redes fijas de telecomunicaciones para que permitan un tráfico de información 10 veces mayor.

- Las nuevas tecnologías de telecomunicación móvil –la más notable, Sistema Móvil Universal de Telecomunicaciones (UMTS, por sus siglas en inglés)– harán lo mismo para las redes móviles, mientras que las redes de cable de alta capacidad también ofrecerán una opción de conexión con amplio ancho de banda. Muy pronto el video circulará en internet tan libremente como ahora lo hace el texto. Al mismo tiempo, el desarrollo y adopción de un nuevo estándar de seguridad, PKI (Public Key Infrastructure) ofrecerá características altamente confiables. Una internet que se puede conectar a una gran variedad de aparatos; que es de uso sencillo y efectivo; que se integra a los sistemas existentes y es rápido, segura y confiable –definitivamente– cambiará al mundo.

- ¿Qué significado tendrá esto?
En general, los efectos de la transformación serán profundos y de gran alcance. La recompensa potencial es  alta, pero también lo son los riesgos. Nuevos modelos de negocio, nuevos mercados, nuevas relaciones con proveedores y enormes ahorros en costos transformarán el ambiente de las compañías. Las relaciones entre gobiernos y ciudadanos entrarán en una nueva era de interacción y responsabilidad. Y la “brecha digital” –dentro y entre los países– seguramente se incrementará de manera considerable. Las fuerzas ejercidas por la economía global serán enormes.

- Para las compañías, concretamente, los modelos de negocio tradicionales y cadenas de valor establecidas –en muchos sectores– serán cambiados y fragmentados al punto de volverse irreconocibles. Por ejemplo, el pionero del comercio electrónico, Dell, produce cada computadora con características precisas, requeridas por el cliente, evitando a los distribuidores. Este escenario no hubiese sido posible hace 10 años.

- Internet ofrece el potencial de comprar y vender en cualquier parte del mundo. Las compañías que venden bienes de consumo verán al e-business como una oportunidad (y también podrán usarlo para reescribir las reglas del juego, como Amazon.com lo ha hecho). Sin embargo, los requisitos para distribuir un objeto físico serán un factor limitante. Para las firmas que venden “productos” que pueden repartirse electrónicamente (que pronto incluirá a libros, CDS y videos) y para los servicios difíciles de exportar, tales como banca y educación, la distancia y las fronteras dejarán de ser un problema.

- Incluso, para las industrias establecidas como la petrolera, química y automotriz, serán significativos los ahorros potenciales a través del e-business. Las compañías que representan a estas industrias se han comunicado de manera electrónica por años, usando sistemas genéricos para el intercambio electrónico de datos (EDI). Estos sistemas, sin embargo, tienden a ser rígidos, caros y cerrados, mientras que las características de internet –flexibilidad, bajo costo y apertura– prometen revolucionar las operaciones. Los nuevos modelos de negocio en la cadena de proveedores prometen ahorros significativos: se espera que los sistemas de internet lanzados por Ford, General Motors y DaimlerChrysler les ayuden a ahorrar hasta 20% en costos de compras e inventarios.

- Para los gobiernos, las transformaciones son similares. La mayoría de los trámites gubernamentales son complicados, se hacen largas filas y se llenan formas interminables. Internet puede transformar esa realidad. Lo mejor de todo es que el resultado sería una relación “ganar-ganar” logrando, por un lado, un mejor servicio para los ciudadanos y, por otro, un ahorro para el gobierno.

- Los cambios provocados por los avances en internet podrían, también, darse en las instituciones culturales y democráticas. En Arabia Saudita, por ejemplo, internet permite a las mujeres de negocios jugar un papel más activo en la economía que en ningún otro momento de su historia. En algunos estados autocráticos, internet podría obligar al establecimiento de la democracia. Los gobiernos serán incapaces de contener el flujo de información e ideas provenientes del resto del mundo; tal como serán incompetentes para prohibir la actividad de negocios que no está bajo su control directo.

- Y, en las democracias establecidas en el mundo occidental, los nuevos mecanismos de responsabilidad y participación directa cambiarán la forma en que las naciones son gobernadas. Sólo hay que considerar el efecto que ha tenido la televisión en los últimos 30 años en la política (y eso que se trata de un medio en el que la información fluye en un solo sentido).

- Internet es el centro de una revolución más amplia en Tecnologías de Información y Comunicación (ICT, por sus siglas en inglés), lo que corresponde a la creciente “brecha digital” entre los “poseedores” de información y los “desposeídos”, en cada nación. Mientras tanto, la gran brecha entre los países desarrollados y las naciones en desarrollo continúa ampliándose. Actualmente, Manhattan posee más conexiones telefónicas que el continente africano en su conjunto. Además, un país promedio de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que cuenta con 11 veces más en ingreso per cápita que un país del Sur de Asia, tiene 40 veces más computadoras, 146 veces más teléfonos móviles y 1,036 veces más servidores web.

- Para la economía global, los efectos acumulativos de internet serán grandes. Los expertos sugieren que estamos al filo de un incremento importante en la tasa de crecimiento de la economía global. En una conferencia reciente de la OCDE, los oradores coincidieron en que las tecnologías de información y comunicación están alterando de manera radical la forma en que nuestras economías funcionan. Sin embargo, su crecimiento –muy probablemente– no estará distribuido de manera uniforme, situación que aumentará, aún más, las diferencias entre países.

- Hasta hace unos cuantos años, Europa Occidental y Japón habían cerrado un poco la brecha económica con los Estados Unidos, resultado de la Segunda Guerra Mundial. Pero esa inercia ha cambiado y, otra vez, la grieta aumenta. Por primera vez en la posguerra, el país líder en tecnología se está separando del resto del mundo. Analistas en Estados Unidos señalan que los altos valores de mercado de los grandes jugadores de internet sólo serán justificados por las ventas masivas de exportación, lo cual agrandaría la diferencia. Si resulta que Estados Unidos se separa del resto de la manada, la tensión en la economía mundial crecería. Pero, cuidado, si la fiebre de oro de internet en Estados Unidos no cumple con las expectativas, el impacto económico –en esa nación y el mundo– podría ser dramático. El peligro de dejar atrás a países como Rusia y China, mientras el mundo occidental adopta la economía de internet, es un elemento que añade complicaciones. Obtener el balance correcto será un reto para aquellos que controlen la economía mundial.

- ¿Cómo deben responder los tomadores de decisiones?
Los líderes de compañías y naciones alrededor del mundo luchan con la pregunta de cómo lidiar con esta transformación. Ellos deberán incluir a internet como elemento central de su toma de decisiones, explotar las oportunidades que ofrece y proteger a sus grupos de interés y, a sí mismos, de las amenazas que representa.

- Esas personas deben comenzar por entender las tecnologías de internet, su evolución y sus implicaciones –comerciales, económicas, sociales y políticas–.  Las compañías deben determinar cómo explotar internet en todas sus áreas de actividad: desde clientes y socios, hasta procesos. Los gobiernos deben reconocer que en un mundo donde la geografía tiene importancia limitada –y donde el dinero puede fluir libremente a través de las fronteras– necesitan ofrecer ambientes atractivos para el e-business si quieren estar a la par del nuevo ritmo de crecimiento económico.

- Todos los países deben estar conscientes de los peligros de las crecientes desigualdades y tratar de reducirlas. Deben desarrollar una infraestructura que permita mayor acceso a internet, alentar la competencia abierta para promover menores precios y mayores inversiones, así como facilitar la educación para que todos obtengan beneficios.

- Los líderes deben trabajar juntos para desarrollar y hacer valer un marco regulador de las actividades en internet y proteger a sus grupos de interés. Este no será un proceso sencillo ni directo. La fortaleza del internet –a saber, su apertura y falta de estándares exclusivos– es también su más grande debilidad. Ningún negocio quiere competir en un ambiente donde no hay reglamentación establecida y, de igual forma, ningún país busca exponer a sus ciudadanos a negocios no regulados (y sin escrúpulos).

- Sin embargo, la naturaleza de internet limita la aplicación de una reglamentación unilateral. Y nadie quiere limitar el crecimiento de los negocios legítimos de e-business por una sobrerregulación. El camino por delante es complejo, pero en la medida que se avanza, se hace más claro. En un reciente foro sobre Comercio Electrónico en París, miembros de la OCDE se refirieron sobre la dirección a tomar, como un nuevo modelo de cooperación entre el gobierno y las industrias. Los líderes deben cooperar para crear un ambiente regulador predecible y consistente, así como un régimen efectivo (y aplicable) de autorregulación para los negocios.

- Las organizaciones tendrán que defenderse de una nueva clase de agresión: la guerra informática. Los países y empresas son cada vez más vulnerables a los ataques anónimos a su infraestructura informática. Estas agresiones son potencialmente más dañinas, en estricto sentido económico, que las embestidas físicas (recuerde los problemas que pasaron sitios como Yahoo, Ebay y CNN, entre otros, por los ataques de hackers). En la nueva era, será necesario defender a su compañía o país de dichas ofensivas.

- La “Supercarretera de la Información” del mañana se parecerá poco al actual “Camino Rural de la Información”.  El internet conectará a cientos de millones de personas y negocios en una nueva economía en red y transformará la actividad económica, social y política alrededor del mundo. El éxito del internet, sin duda, se deriva de su apertura y de la cooperación global que se ha dado para su desarrollo. Los tomadores de decisiones deben, de igual forma, ser abiertos y colaboradores para enfrentar los retos de hoy… si quieren cosechar las recompensas mañana.

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Chris Brake es consultor para la Práctica de Estrategia y Organización de Arthur D. Little (ADL), con sede en Londres. Los coautores son Stephen Lawrence, director de ADL en Londres y Paul Heald, Líder de e-business. La revisión y traducción de este artículo fue realizada por la oficina de ADL en México.

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