De enero a marzo, cientos de turistas llegan a la reserva de la biosfera del Vizcaíno, cerca de La Paz, Baja California Sur, para ser testigos de la etapa final de la migración de la ballena gris que viaja desde Alaska a tierras mexicanas. Una vez en las lagunas de Magdalena, Ojo de Liebre o San Ignacio –sus principales centros de reunión– dan a luz y se mueven con majestuosidad. No esperes un espectáculo como los de orcas entrenadas. Estos son animales libres y tranquilos que no hacen trucos, pero el simple hecho de su grandeza, el paisaje alrededor y su falta de recelo para acercarse a las lanchas los hace conmovedores. Los lugareños afirman que Jacques Cousteau rentaba una casita en la Bahía de La Paz para ser partícipe de este evento.
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En La Paz se pueden contratar muchos proveedores. Dependiendo a qué laguna se vaya, el recorrido empieza al amanecer, cuando varias embarcaciones con el motor apagado y dejándose llevar por las olas se acercan sigilosamente a las ballenas; entonces el viajero puede –si el cetáceo está de buen humor– tocarlo, ver cómo lanza un potente chorro de agua o pega coletazos en el agua.
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¿Cómo llegar?
Aeroméxico vuela una vez diariamente.
Mexicana lo hace con escalas en Hermosillo o Mazatlán.
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¿Dónde dormir?
Crowne Plaza Resort
Marina Norte Fidepaz Lote A,
La Paz, Baja California Sur.
Tels. (01-800) 009 99 00, (612) 124 08 30
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Las Ventanas al Paraíso
Los Cabos, Baja California Sur.
Tels. (01) 624 144 03 00, (01-800) 007 82 00
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A lo largo de sus bellas instalaciones el hotel coloca binoculares y advierte a sus huéspedes, por medio del sonido de un caracol prehispánico, cuándo pueden ver pasar a los enormes mamíferos.