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La madre de todas las batallas...perdida

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mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

¿Qué ha pasado con el gordo Basurto? Pues bien, el entrañable Aníbal -Basurto Corcuera lee y medita. Aprende. Nunca es tarde para hacerlo.

- El Gordo lee a Dickens, a Stendhal (Henry Beyle), a Flaubert (sobre todo Madame -Bovary) y, aprovechando que ya pasó de moda entre las infanterías -intelectuales, a Kundera, también a Milosz y a Cervantes. Para no ser tachado -de holgazán, y para cumplir con la cuota de sufrimiento mínimo asignada a los -mortales, el Gordo ocasionalmente hojea los periódicos y la revistas. Cuando la -necesidad de mortificar el espíritu es imperiosa, el Gordo se arma de valor y -ve programas de concurso en la televisión.

- Gracias a estas últimas actividades el Gordo sabe de la existencia del -Fobaproa, de las escaramuzas chiapanecas, de las desventuras del gobierno del -DF, de los intrincados conflictos de serbios, bosnios, croatas, de la victoria -francesa en el mundial de futbol, de la belleza de Salma Hayek, de los devaneos -de Bill Clinton, de los desastres financieros en Asia y, por supuesto, también -sabe que el club Pachuca ha regresado a la primera división del fútbol -mexicano (la importancia de este último evento, me dice, no ha sido -aquilatada).

- Gracias a sus lecturas y a sus meditaciones, el Gordo sobrelleva con buen -humor las vanidades del mundo y puede extraer algunas conclusiones provisionales -sobre las causas detrás de los efectos (dicen que eso es filosofar; si es así, -el Gordo es un filósofo).

- Así las cosas, el Gordo resume en una frase lapidaria la tragedia de -México: “La madre de todas las batallas en este país es la ignorancia...de -todas las batallas perdidas, desde luego, que son las más”.

- Parco, el Gordo me cita dos ejemplos. El primero es un recorte de periódico: -en grandes caracteres se anuncia “Las Afores se derrumban”; firma un -conocido columnista financiero. La anunciada debacle de las Afores resulta un -fiasco. El autor del artículo en realidad se refiere a que las instituciones -financieras dedicadas a la administración de estos fondos para el retiro en -gran número de casos no registran utilidades. En otras palabras, en este primer -año de funcionamiento los fondos para el retiro no han sido un gran negocio -para muchos de los bancos, aseguradoras e intermediarios financieros que -incursionaron en ello. Es lógico, dados los costos de administración de estos -recursos. Empero, todas las Afores han arrojado para los trabajadores utilidades -o plusvalías superiores a la inflación (en promedio, más de 3% real al año). -La conclusión, evidente, es que a la vista de tales costos se justifica el -cobro de comisiones por parte de las Afores. Pero el ilustre columnista no atina -con la conclusión. Se extravía y confunde a los lectores desde el equívoco -título de su artículo. Otra batalla que gana la ignorancia.

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- Segundo ejemplo: la polémica sobre el aborto voluntario. Discusión errada -desde un principio por dos carencias fundamentales: los promotores de suprimir -las penas que la ley impone a los autores de abortos voluntarios omiten la -información más importante: ¿qué dice la investigación genética sobre el -embrión humano? Esta información es crucial para discutir el tema, porque -sólo así sabremos si con un aborto se suprime una vida humana. La información -científica es incontrovertible: el embrión desde sus primeros días es una -vida humana, por lo que estaríamos hablando de legalizar un homicidio.

- La segunda carencia fundamental consiste en eludir que ésta tiene que ser, -necesariamente, una cuestión moral o ética. Ni modo, debemos decidir sobre si -en ciertos casos y bajo ciertas circunstancias vamos a renunciar a castigar el -homicidio intencional y, por lo tanto, si vamos a renunciar a la declaración -universal sobre los derechos del hombre y a llamarnos civilizados.

- Así pues, argumenta el Gordo, aquí también hay otra batalla que puede ganarnos la ignorancia y la barbarie.

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