A principios de 2001 el Grupo Antisecuestros de la Policía Judicial del Estado de México investigaba un secuestro en el que los familiares de la víctima acudieron a pagar el rescate en las afueras de Cuernavaca. Lo que describía el expediente del caso era insólito. Los investigadores habían dado con un agente de la Policía Federal de Caminos adscrito a la carretera México-Acapulco, cuya labor era vigilar que el automóvil donde venían los familiares y el dinero de la liberación no era seguido por la policía. El oficial avisaba por radio a los secuestradores que no había ningún riesgo y entonces se procedía a hacer el contacto.
- En el caso de la Agencia Federal de Investigación sólo basta recordar a dos de sus integrantes: Uriel Alejandro Torres Barroso y Oswaldo Callejas Gallegos, quienes fueron identificados como los secuestradores de dos personas en 2003 por las que pedían un millón y $900,000 pesos respectivamente.
- No se puede dejar de mencionar a Los Zetas, un grupo de 40 desertores de los Grupos Aeromóviles y Anfibios de la Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano que hacían operaciones antiguerrilla, antidrogas y de comando hasta antes de 1999. Estaban entrenados para manejar cualquier arma, equipo de comunicación y esquema de intercepción. Ahora trabajan para Osiel Cárdenas Guillén, jefe del cártel del Golfo: protegen las plazas de venta de drogas, extorsionan y trafican. Disfrazados de militares o de agentes de la AFI han liberado a narcotraficantes de los penales de Apatzingán, Michoacán y de Matamoros, Tamaulipas.
- LAS PROPUESTAS
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- Estricto proceso de reclutamiento.
- Toda corporación policial debe tener órganos de supervisión y control eficaces.
- Ningún policía debe desarrollar labores de investigación sin mandato del Ministerio Público.
- Deben reforzarse entre los agentes los valores de disciplina, profesionalismo, lealtad y honestidad.
- Combatir, mediante penas ejemplares, la contaminación o infiltración de las corporaciones policiales por parte del crimen organizado.
- Auditar con regularidad las cuentas de los agentes y las de sus familiares para prevenir el enriquecimiento inexplicable.
- Cuando se demuestre que un agente está involucrado en un ilícito se debe investigar a fondo a sus pares, a sus superiores y a sus subordinados, para determinar la colusión entre policías y ladrones.
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Fuentes: Plataforma de México Unido contra la Delincuencia, Luis de la Barreda, ICESI; Secretaría de Seguridad Pública (SPP).