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La transformación de la industria

Cerca de 34% de las 500 empresas más importantes de México son manufactureras. La cifra podría se
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

Por décadas se han llevado a cabo diferentes planes y proyectos de desarrollo, sin que haya habido en ellos una continuidad ni tampoco una estrategia de largo plazo. Lo que sí ha evolucionado, sin embargo, es la industria maquiladora y manufacturera de exportación (IMMEX), la cual ha contenido la movilidad social en términos de migración, fortalecido el empleo en el sector formal, generado miles de millones de dólares en divisas e insertado a México en la competitividad mundial.

- El número de establecimientos ha pasado de 5,083 a mediados de 2007 a 5,108 en diciembre de 2010, lo que equivale a la creación, en términos netos, de 25 empresas, que a bote pronto pueden ser pocas, pero si se considera el contexto recesivo, se podría decir que es meritorio el haberse incrementado.

- La cantidad de puestos de trabajo no muestra el mismo comportamiento, ya que en igual periodo se pasó de 1,910,112 empleos directos, a 1,806,055 a diciembre de 2010, es decir, hubo una pérdida neta de poco más de 104,000 plazas, reflejo de la grave contracción mundial. Con respecto al empleo de la IMMEX, en 2010 representó 47.5% de los trabajadores asegurados (permanentes y eventuales), según la encuesta del INEGI.

- En cuanto al volumen de los flujos de comercio, en particular las exportaciones, pasaron de 153,422 millones de dólares (MDD) en 2006 a 159,163 MDD en 2010.

- Las primeras maquiladoras comenzaron en el norte de la República como ensambladoras de televisiones de bulbos, plásticos, equipo de transporte y sus accesorios, prendas de vestir y otros productos confeccionados con textiles. Tiempo después, también se reconocieron como maquiladoras las empresas especializadas denominadas maquiladoras agroindustriales, y las involucradas en el uso de recursos minerales, pesqueros y forestales, y las de servicios.

- A partir de 2006, la incorporación de estas labores en el marco que regula las manufactureras de exportación, significó la apertura a nuevas actividades, particularmente en los servicios de exportación, tales como la contabilidad y la organización de nóminas, el procesamiento de cheques, la asistencia mediante call centers, el telemarketing, el diseño y otros referidos a datos. Así lo muestra la participación porcentual de los establecimientos dedicados a estos servicios en el total, pues equivalen a poco menos de 18% del universo.

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- La diversificación de las maquiladoras y manufactureras de exportación también han incursionado en:

- • Aeronáutica. Con maquinados de precisión para componentes de turbinas, motores, cajas de radios de comunicación y sistemas de seguridad; también en lo que se refiere a sellos metálicos y de alta precisión.
Telecomunicaciones. Al ensamblar teléfonos inalámbricos, cables y fibra óptica.
Aprovechamiento. Reparación, reciclaje y remanufactura de productos finales, sus partes y componentes.

- Dentro de las ramas tradicionales de la manufactura de exportación también ha habido evolución, por ejemplo, en artículos  eléctricos-electrónicos no sólo se elaboran televisiones, sino también aparatos de radiotelefonía, cámaras de video, computadoras y televisores de plasma, cristal líquido y proyección en tercera dimensión. Regionalmente, también se ha dado una transformación, ya que las empresas de manufactura global se ubican tanto en la franja fronteriza norte, como en el centro, el Bajío y el sureste del país.

- Si tomamos en general los objetivos económicos del llamado modelo de desarrollo estabilizador, que es lo que añora más de uno, puede concluirse que la maquiladora y la manufactura de exportación están en la misma línea: elevar el nivel de vida de la población; contribuir al ingreso nacional; acelerar el proceso de diversificación de actividades productivas; avanzar en el proceso de industrialización y favorecer un desarrollo regional más equilibrado. ¿Qué falta? Que se aterrice una adecuada coordinación entre política fiscal y laboral para que se consolide la certeza jurídica en la operación diaria de las empresas.

- El autor es economista y director general del CNIMME.
Comentarios: opinion@expansion.com.mx

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