Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Las condiciones para el plan

La mejor garantía para lograr metas del Plan Nacional de Desarrollo es la participación de la soci
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

El 31 de mayo se dio a conocer el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 1995-2000. En su contenido, el documento considera, parcialmente, demandas de sectores cada vez más importantes de la sociedad mexicana. En materia económica, específicamente, se caracteriza porque marca diferencias con respecto al sexenio anterior, especialmente en lo que se refiere al papel que desempeña la política cambiaria.

-

Como era de esperarse, en el documento se intenta recuperar las banderas de la campaña que ofrecía bienestar para la familia. De ahí que, considerando los rezagos acumulados y la necesidad de incorporar a la actividad económica formal a la creciente población en edad de trabajar, se establece como objetivo alcanzar una tasa de crecimiento de la economía de 5% al año.

-

Para evitar incurrir en los errores del pasado, en el PND se expone un diagnóstico de las razones que han impedido que México alcance nuevos estados de desarrollo.

Publicidad

-

En términos generales, apunta que entre 1970 y 1982, el manejo de la economía desembocó en crisis debido a un desplome del ahorro público y a la existencia de una estructura económica obsoleta. En ese entonces, la economía se financió, mientras le fue posible con recursos del exterior. Posteriormente, durante el sexenio 1983-1988, la crisis se profundizó porque no hubo posibilidades de obtener recursos foráneos y el ahorro interno se utilizó para el servicio de la deuda externa.

-

Más adelante, el sexenio salinista fue uno de los periodos en los que el país registró las tasas de crecimiento más bajas, y terminó en una nueva crisis. Y eso ocurrió a pesar de que se aceleró el "cambio estructural", que consistió en una drástica apertura comercial y la cesión de nuevos campos a la inversión privada, y no obstante que en ese periodo México tuvo acceso a la mayor cantidad de ahorro externo de su historia.

-

Lo que sucedió, según el PND, fue que la apreciación del tipo de cambio real y una feroz competencia del exterior, redujeron los márgenes de utilidad de las empresas, las inversiones se orientaron hacia las ramas de bienes y servicios no comerciables y aumentó la propensión al consumo. Así, aunque el ahorro publicó creció, el ahorro interno total, como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) bajó, de 22% en 1988, a 16% en 1994.

-

Por lo anterior, en el centro del PND se pone la necesidad de fortalecer el ahorro interno. En esa línea, advierte que para recuperar el crecimiento es indispensable superar la crisis financiera iniciada en diciembre de 1994. Esto es, se debe mantener la disciplina en las acciones que buscan estabilizar los mercados cambiario y financiero, contener la inflación y fortalecer la corrección de la cuenta corriente de la balanza de pagos.

-

Conforme se logre la estabilización, de manera gradual se iniciará la recuperación de la actividad económica y el empleo. Esta recuperación se logrará abatiendo la inflación de manera "sana", con finanzas públicas equilibradas, cuidando que no se sobrevalúe el tipo de cambio, fomentando el ahorro interno y la inversión y utilizando como fuerza motriz al sector exportador.

-

En el PND se establece que en el corto plazo las exportaciones serán el principal motor de crecimiento para superar la crisis, y para el mediano y largo plazo "el crecimiento de las exportaciones y de la inversión continuará siendo los pilares que sustenten una expansión sana y eficiente de la demanda interna".

-

En contrapartida, de acuerdo con el programa sexenal, la recuperación del mercado interno sólo se logrará en la medida en que se afiance el crecimiento del ingreso y del empleo.

-

El PND contempla una serie de medidas y criterios, que van desde la disposición para establecer un régimen tributario que estimule el ahorro privado y la inversión, hasta la promoción de un sistema financiero que dé prioridad al ahorro de largo plazo para que está en condiciones de canalizar más recursos a la inversión productiva. Además, se percibe una mejor posición respecto a la inversión extranjera, el fomento al desarrollo tecnológico y la productividad.

-

Los riesgos para el PND. Difícilmente habrá quien rechace la propuesta del programa de gobierno, de reducir la dependencia que ha padecido el país respecto del financiamiento externo y al mismo tiempo estimular a las actividades productivas más que a las especulativas. Sin embargo, será hasta conocer cómo se aplicarán los lineamientos generales cuando esa propuesta logre el compromiso de la sociedad.

-

Y es que todavía quedan puntos por definir. Por ejemplo, llama la atención que un programa que pretende sentar las bases para una economía soberana más competitiva en un país que cuenta con reservas de crudo, no establezca líneas estratégicas para el desarrollo eficiente de su industria petrolera y derivada.

-

Tampoco define cómo hará para garantizar que la inversión privada en infraestructura propicie la eficiencia y garantice la soberanía y competitividad de México. A menos que se encuentren soluciones para obtener beneficios de la infraestructura concesionada, hasta el momento es un mal negocio privado, una pésima respuesta a necesidades sociales y un esfuerzo que en nada ha contribuido a la competitividad del país.

-

El plan no aclara tampoco cómo se evitará que el país atraviese por una etapa semejante a la vivida entre 1982 y 1988, cuando el ahorro interno se utilizó para pagar el servicio de la deuda externa.

-

Además, considerar al sector exportador como el motor de la recuperación puede resultar atractivo en las condiciones actuales en las que la economía internacional está en crecimiento. Pero, ¿qué ocurrirá si entra en una depresión y eso obliga a intensificar los esfuerzos para mantener las exportaciones?

-

Por otra parte, algunos de los funcionarlos actuales son los mismos que hace apenas unos años y meses rechazaban cualquiera de las propuestas contenidas en el Plan. ¿Podrán garantizar la aplicación eficiente de los instrumentos que lleven al país hacia las metas deseadas?

-

En el fondo, la mejor garantía para lograr el objetivo de aumentar el ahorro interno, la inversión y el crecimiento es, como ya lo señaló el propio presidente, la participación de la sociedad.

-

Sin embargo, para convencer a la sociedad mexicana será necesario, por ejemplo, que el gobierno demuestre que su defensa de la soberanía no es una lucha por conservar formas añejas de poder contra justos reclamos de mexicanos. En el fortalecimiento del Estado de Derecho tendrá que dejar claro que no hay intocables. También es de esperar que su propuesta de desarrollo social no sea una forma de ocultar una pobreza que algunos utilizan para frenar la democracia mediante el reparto de despensas. En fin, deberá demostrar que está dispuesto, con honestidad y sin dobleces, a empujar hacia una reforma democrática seria y definitiva. De esa manera, no se dude, habrá ahorro privado, no se derrochará el ahorro público y la inversión permitirá crecer.

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad