Las franquicias están de moda
¿Cuáles podrían ser las acciones más eficaces para generar fuentes de trabajo en el país? Esa es una pregunta que preocupa a Fernando Rocha, presidente de la Asociación Mexicana de Franquicias, apasionado promotor de este esquema.
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Por lo mismo, sin dejar de reconocer que existe una gran diferencia entre los negocios de franquicias y los “changarros” que pregona el nuevo gobierno, Rocha encuentra semejanzas en el objetivo final de promover negocios exitosos, que contribuyan a reducir el desempleo, consoliden a un mayor número de sujetos de crédito e incrementen el mercado interno.
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De ahí que no duda en destacar las características de las franquicias, que cuentan con una gran capacidad para estar en continuo crecimiento, basadas en la tecnología que han desarrollado y su presencia de marca, que es sinónimo de una cierta calidad de producto. Y eso es algo que cobra importancia ahora que las condiciones de la economía son un poco más complicadas.
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Al respecto, recuerda que incluso en momentos de crisis, las franquicias han demostrado tener más capacidad para sobrevivir que otros tipos de negocios. Según sus cifras, en el año más crítico, 1995, de 1,300 restaurantes que cerraron en el Distrito Federal, únicamente 100 eran franquicias.
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Y no sólo eso: representan una opción de gran interés para los emprendedores, como lo demostró el hecho de que “muchos de los ejecutivos que perdieron sus empleos en 1995 y decidieron independizarse, encontraron en el formato de las franquicias la posibilidad de invertir sus recursos con una mayor expectativa de éxito. La mayoría de quienes así iniciaron se encuentran operando.”
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Por otra parte, la experiencia indica que a pesar de ser un esquema que requiere disciplina y supervisión del franquiciante, no se advierte un rechazo por parte de la sociedad a este tipo de esquemas. Por el contrario, hay aceptación y por eso, desde que comenzaron a registrar su operación formalmente, hace poco más de 10 años, las franquicias en México pasaron de ser una actividad casi inexistente, a poner al país dentro de los 10 primeros lugares mundiales en el desarrollo de este rubro.
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Aún sin apoyo oficial
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Por lo peculiar que tiene esta modalidad, que transfiere tecnología de grandes empresas a otras más pequeñas, contribuyendo al desarrollo de una cultura empresarial, parece encajar en los programas que tiene el nuevo gobierno para fomentar la actividad empresarial.
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Al respecto, Juan Bueno Torio, subsecretario de Pequeña y Mediana Empresa de la Secretaría de Economía, explicó que los esfuerzos de esa dependencia se orientan a lograr la participación de universidades, cámaras y en general de las diversas instancias que están relacionadas con el objetivo de mejorar el desempeño de las empresas. Reconoció que el esquema de franquicias “puede ayudar al desarrollo de la empresa en México, ya que traen conocimientos y tecnología” pero, aclaró, “es un esquema bueno siempre y cuando sea una franquicia probada, porque se ha dado el caso de algunas que han resultado un fracaso”.
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Agregó que los esquemas de fomento que puso en marcha el gobierno no buscan desarrollar las franquicias, entre otras razones porque participar en éstas es una decisión particular.
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Por su parte, Patricio Marcos, director de Promoción y Asistencia Técnica de Nacional Financiera (Nafin), quien ha estado muy cerca de las iniciativas para integrar cadenas y desarrollar proveedores, reconoció la importancia del esquema de franquicias, de modo que se estudia la posibilidad de apoyarlo con un “traje a la medida”.
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Para Marcos, la franquicia nace a partir de la existencia de un negocio de éxito, que puede replicarse siempre y cuando se haga en los mismos términos de calidad y capacidad administrativa. “Únicamente así se evita que la experiencia desemboque en un fracaso económico no sólo de los franquiciadores, sino también de los franquiciantes.”
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En ese sentido, explicó que Nafin ha determinado que para el desarrollo de las franquicias, además de capital de trabajo, falta mucha capacitación.
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Sobre esa base, comenta Marcos, el análisis que se hace en Nafin gira alrededor de la posibilidad de preparar un paquete que proporcione capital de trabajo para el desarrollo de franquiciantes o franquiciatarios, y les ofrezca preparación técnica y administrativa. Ese paquete podría beneficiar a empresarios pequeños y medianos, con repercusiones favorables sobre proveedores de insumos a escala regional. A eso se podría agregar que incluso podrían transformarse en generadores de divisas, como ya ocurre con algunas franquicias mexicanas.
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Parte de la tarea a futuro, sugirió, consistirá en localizar los negocios exitosos que pueden ser replicados, para multiplicarlos rápidamente.
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Rocha, por su parte, parece conocer la opinión que tienen los funcionarios mencionados. De hecho, comenta que como representantes de la asociación ya han logrado entrevistarse con ellos y ha encontrado que existe un ambiente favorable para ese formato de negocios.
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También se han entrevistado con funcionarios de la banca comercial, “ahora que han comenzado a ofrecer crédito, ya que uno de los problemas que enfrentan las franquicias es el del financiamiento, que les ha impedido desarrollar todo su potencial”. Confiesa sentirse optimista al respecto.
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Dice que ya lograron rebasar la barrera conceptual que tenía la banca de prestar sólo sobre garantías, y “han aceptado apoyar la viabilidad del negocio, que es una de las ventajas de las franquicias”, de modo que uniendo los avances en sus diferentes negociaciones espera hacer una presentación formal de un paquete de apoyo antes de la Feria de Franquicias, que se efectuará los días 4 y 5 de abril (y que por cierto ha despertado gran expectativa por la llegada de más de 50 firmas foráneas que buscan socios mexicanos).
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Así, aunque no directamente, todo indica que las condiciones económicas, los avances en los esquemas de fomento y las propuestas del nuevo gobierno abren un espacio de oportunidad para el desarrollo de las franquicias en México.
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