Con el avance del programa de desgravación pactado en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México refuerza su importancia dentro de la cadena de la subcontratación industrial internacional, particularmente la de Estados Unidos.
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Con todo y que México ocupa un lugar destacado dentro de los flujos comerciales relacionados con la subcontratación industrial, la medida del éxito de su inserción dentro de esos flujos se localiza en el monto de insumos de origen nacional que son incorporados en el valor de la producción de la Industria Maquiladora de Exportación (IME). Sin embargo, en México la IME no ha podido dar alcance a las necesidades de consumo de materia prima en esa industria.
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Al finalizar 1995, el valor de exportación generado por la IME sumó $31,103 millones de dólares, representando 39.1% de las exportaciones totales de México de ese año. No obstante, el valor agregado representó sólo 16% de este monto, del cual menos de 1.5% —en promedio— eran materias primas de origen nacional. De igual manera, la aportación de los insumos nacionales en el valor bruto de la producción muestra un bajo desempeño, salvo en el sector alimentos —donde alcanza 25.3%—. Así las cosas, la importancia creciente de la IME en los flujos comerciales del país no corresponde a su mínimo papel como propulsor del aparato industrial nacional.
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México y la subcontratación internacional
La IME —localizada en su mayor parte en la frontera norte del país— ocupa el primer lugar dentro de los flujos de comercio exterior provenientes de la subcontratación industrial desde Estados Unidos. Según el reporte más reciente de la United States International Trade Commision (USITC), entre 1991 y 1994 el valor de exportación en la maquila de México se expandió a una Tasa Media de Crecimiento Anual (TMCA) de 17.4%, con lo que prácticamente el monto resultó ser más del doble que el producido por Japón en el mismo periodo.
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Por otra parte, está ampliamente estudiado cómo la reestructuración industrial en Estados Unidos ha hecho de la relocalización de segmentos productivos un fenómeno creciente en las ramas del transporte, electrónica y textil. Es tan fuerte este fenómeno que la TMCA de las importaciones vinculadas a la producción compartida fue de 10.9%. Resulta significativo que en 1994 el valor involucrado en esas operaciones haya sido de $58,751 millones de dólares, ocupando México —según las cifras de la USITC— el primer lugar dentro de estos flujos, con $22,944 millones de dólares; es decir, 39% del total y 22.3% superior al registrado en 1993.
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México ocupa un sitio importante en varias ramas de actividad, según se desprende de la información de la USITC. En la del transporte, que representa 46.5% del valor subcontratado por Estados Unidos, México aportó 24.8% del total, apenas atrás de Japón (35.1%) y seguido por Alemania (21.3%).
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En el área de la electrónica ocupó el primer sitio, con 47%, seguido por Malasia y Singapur (12.4 y 7.31%, respectivamente), y así ocurrió también en lo que se refiere a textiles y prendas de vestir, al participar con 27%, adelante de República Dominicana (19.6%) y Corea (3.5%).
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Por último, en el sector de maquinaria y equipo, México representó 83.5% del total, seguido de Canadá (4.6%) y Filipinas (2.4%).
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En otras actividades, como agricultura, silvicultura, química, productos metálicos y otras industrias manufactureras —que en conjunto representan 3.6% del total registrado en la fracción 9802.00.80 de 1994—, México observó una participación superior a 63%.
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En este contexto, la pregunta central en torno al desarrollo de la producción compartida en México es: ¿Cómo se puede aumentar el monto de insumos nacionales y en qué ramas puede hacerse de manera competitiva? La premisa para responder a estas cuestiones deberá partir de una nueva formulación de la IME.
El informe Las Maquiladoras de exportación en México es elaborado anualmente por el departamento de investigación y desarrollo anualmente por el Departamento de Investigación y Desarrollo del Grupo Editorial Expansión. La coordinación y redacción de los textos estuvo a cargo Gerardo Mendiola. Se prohíbe la reproducción parcial o total sin la autorización de los editores. Cualquier mención del contenido es permitida siempre y cuando se cite la fuente.