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Las multinacionales y la corrupción

Los mexicanos opinan que, por encima del crimen organizado, los corporativos globales tienen mayor c
mar 20 septiembre 2011 02:55 PM

¿Villanos de cuello blanco?
Los aficionados al cine hemos visto de todo: familias de tiburones que se vengan de los humanos, volcanes en el centro de Los Ángeles, extraterrestres amigables, aliens antropófagos. La historia de la cinematografía es la historia de caballeros contra dragones, de villanos contra héroes, de “malos” contra “buenos”. Hoy, las grandes empresas transnacionales ocupan un lugar privilegiado en la galería del mal: - El informante (The Insider), El informe pelícano (Pelican Brief), El candidato de Manchuria (The Manchurian candidate).

- Esta imagen deteriorada parece tenerles sin cuidado a muchos hombres de negocios. En su clarividente libro - Ethics and Excellence (1992), Robert Solomon hacía notar la poca “autoestima moral” de los empresarios hacia su mundo. Mientras que académicos, políticos y médicos consideran sus tareas como servicio a la verdad, al país, a la comunidad, en el ambiente de los negocios se privilegian las metáforas bélicas: guerra de empresas, ley de la jungla, arte de la guerra. Cuando el río suena, ¿agua lleva?

- El controvertido documental de Michael Moore, Farenheit 9/11, se suma a todo el discurso que acusa a las grandes empresas de ser poco más que maquinarias de muerte y pobreza. Moore denuncia —no sabemos si con verdad o no— un auténtico complot entre el gobierno democrático por excelencia (“Land of the free”) y algunos empresarios para apoderarse de los recursos de Medio Oriente y, por supuesto, incentivar la industria bélica.

- Se podrá acusar a Moore de amarillista y de parcial. De lo que no se le puede acusar es de cultivar el género de fantasía o de ciencia ficción. Lamentablemente, algunas empresas transnacionales han jugado un papel activo en la corrupción y pobreza en los países en vías de desarrollo.

- A grosso modo corrupción se define como la apropiación de un bien o un servicio público con fines privados. Así entendida, la historia de los países subdesarrollados ha ido de la mano de las fechorías de algunas empresas transnacionales. Esta corrupción es especialmente grave, pues no sólo “roban”, sino que además pervierten los sistemas políticos. Para decirlo llanamente, algunos empresarios contribuyeron al estancamiento predemocrático de muchas regiones.

- No pensemos en casos lejanos, como el de aquellas repúblicas bananeras donde la compañía frutera ponía y quitaba presidentes. Según un estudio reciente del ITESM, los mexicanos opinan que las instancias que más influyen en la toma de decisiones de los altos funcionarios son, en orden, el narcotráfico, el crimen organizado y, en tercer lugar, las empresas multinacionales, seguidas por las compañías nacionales y los sindicatos. En pocas palabras, según los mexicanos, los funcionarios públicos atienden más a los reclamos de las grandes firmas que a los ciudadanos.

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- Si la percepción fuese acertada, estaríamos frente a un caso de “corrupción estructural”, una “privatización” de la gestión pública.

- El problema no debe enfocarse de una manera nacionalista, como si el país fuese explotado colonialmente por “los extranjeros”. Por lo pronto, también los mexicanos tenemos negocios en el extranjero. También nosotros estamos expuestos. Los mexicanos tenemos la capacidad de influir indebidamente en las decisiones de funcionarios de otros países.

- De la “gratificación” al coup d’état
El Banco Mundial1 clasifica la corrupción empresarial en tres niveles:

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    -
  1. Administrativa: sobornos a funcionarios para agilizar o evitar trámites burocráticos.
  2. -

  3. Fiscal: sobornos para evitar el pago de impuestos.
  4. -

  5. Contra el Estado: compra de políticas y leyes para beneficiar a empresas.
  6. -

- Las empresas pequeñas e, incluso, los profesionistas independientes pueden practicar la corrupción -A y B. La corrupción contra el Estado, tipo C, en cambio, requiere de un relevante poder económico. La persona de la calle ya suficientes dificultades tiene con llenar su declaración de impuestos como para cabildear en los pasillos de los parlamentos y congresos.

- No obstante, tampoco hace falta una estructura muy poderosa para intervenir en política. Siempre existe un cabildeo de “tercera división”, por no decir de fútbol llanero. Hace varios años, el director de una empresa refresquera extranjera nos explicaba - off the record cómo algunos de sus gerentes de ventas regionales se habían posicionado en ciertos pueblos del sureste mexicano de una manera muy sencilla: sobornaban al alcalde. Éste, entonces, ponía trabas a las demás refresqueras. No todos son sobornos multimillonarios a sultanes orientales.

- El Banco Mundial ha estudiado2 el comportamiento ético de las empresas en países de economías en transición y para ello las clasifica en tres clases:

- A. Empresas locales.
-B. Empresas domésticas con inversión extranjera.
C. Empresas con inversión extranjera y con sus - headquarters en el extranjero.

- Las compañías más proclives a la corrupción son las tipo b, aquellas que tienen participación extranjera, pero cuya matriz reside en la nación corrompida. El fenómeno admite muchas interpretaciones. La más sencilla: tales firmas tienen más solidez y poder económico por su capital extranjero y, al mismo tiempo, tienen los “contactos” y conocen las “debilidades” nacionales. Importan el capital extranjero, pero no asumen los códigos de conducta y políticas de las transnacionales éticamente responsables.

- La relativa facilidad con que algunas empresas admiten irregularidades en el extranjero se refleja en la histórica tolerancia de muchos gobiernos. Durante años, las firmas transnacionales pudieron incluir en “comisiones” las “dádivas” a funcionarios ajenos al país de origen. En 1977, Estados Unidos prohibió esta práctica y otros países siguieron su ejemplo conforme se incorporaron a la OCDE. Esto habla de la enorme permisividad con estas prácticas inapropiadas.

- Corrupción y democracia
¿Qué buscan las grandes empresas en países pobres? Satisfacer su - animus lucrandi: optimizar beneficios y minimizar costos. Las economías en transición ofrecen insumos y mano de obra baratos, condiciones fiscales ventajosas y mercados promisorios y vírgenes. Son, pues, espacios atractivos para los negocios.

- Pero también son países con instituciones débiles, con derechos de propiedad endebles y con poca tradición democrática. Esta falta de transparencia, de democracia y de rendición de cuentas de sus gobiernos puede convertirse en una tentación para algunos hombres y mujeres de negocios. En países de economía precaria, una empresa puede influir desmedidamente en la política y lucrar con esta fuerza.

- Cuando el ciclo de corrupción se pone en marcha, resulta difícil detenerlo. Todas las firmas con negocios en ese país se ven obligadas a entrar en el juego de la corrupción para competir. En una conferencia en el ITAM, (30/09/04), Mark Pieth, presidente del Grupo de Trabajo sobre Soborno de la OCDE, citó un ejemplo. Se licitó en Brasil la construcción de una presa. Algunos funcionarios solicitaron “mordidas” para otorgar el contrato. El encargado del negocio se negó, perdió la licitación, y sus jefes en los headquarters lo despidieron por ineficiente. Eso sí, nadie le quitó lo honesto. La corrupción distorsiona la competencia en el mercado.

- A largo plazo, este entorno también hostiliza a las empresas privilegiadas. Reina la incertidumbre, la ineficiencia y la falta de control. La ausencia de estado de derecho entorpece los negocios a largo plazo. La inversión, incluso la privilegiada, se siente insegura, pues la rentabilidad del negocio depende en gran medida de la corrupta benevolencia de los funcionarios. La piratería, que tanto afecta hoy a muchas industrias, no es sino una consecuencia de una atmósfera corrupta. Cuando una empresa compite con base en un entorno turbio, deja de vender electricidad, medicinas o ladrillos. Su negocio es el tráfico de influencias. Tiene que ver más con el crimen organizado que con la libre empresa.

- Acciones
Este riesgo tienta a refugiarnos en un discurso nacionalista retórico y fatuo: “las transnacionales destruyen el mundo…”. Pero nos guste o no, los países en desarrollo necesitan de la inversión extranjera. El reto es, pues, impedir que las firmas internacionales se conviertan en un caballo de Troya de la corrupción. La OCDE sugiere algunas acciones para prevenir este desorden2:

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    -
  1. Aprovechar el marco jurídico de las naciones de origen.
  2. -

  3. Publicar nombres de sobornadores: listas negras.
  4. -

  5. Proteger a los testigos que colaboran en la investigación de los sobornos.
  6. -

  7. Capacitar a los abogados, contadores y auditores para detectar estos delitos.
  8. -

  9. Limitar el secreto bancario. Las “mordidas” multimillonarias no caben en las bolsas del saco. Hace falta la intervención del sistema financiero.
  10. -

  11. Publicación de listas negras de empresas.
  12. -

- A ellas habría que añadir dos más, -g) Las listas blancas o “cuadros de honor”. Éste sería el caso de los premios de ética. Puede pensarse en el Premio de “Ética y Valores en la Industria” promovidos por la -Concamin.3
h) Los buzones de transparencia. Ésta es una práctica muy interesante del grupo Alfa. El mecanismo es sencillo. Se accede a él desde la intranet y páginas de internet de cada empresa del grupo así como desde el -holding. Quienes trabajan en Alfa o hacen negocios con la empresas de este grupo tienen a su disposición un buzón para denunciar de manera anónima presuntas irregularidades en el grupo. Periódicamente, se presenta una estadística de denuncias y de los casos más relevantes al Comité de Auditoría del Consejo de Administración.

- La corrupción carcome la democracia, perjudica la competitividad empresarial, enrarece el entorno y empobrece a todos, especialmente a los pobres. No lo olvidemos: la corrupción es un “impuesto” oculto que todos pagamos.

-

1 Joel Hellman, Geraint Jones, Daniel Kaufmann. “Are Foreign Investor and Multinationals Engaging in Corrupt Practices in Transition Economies”, Transition, May-June-July, 2000 publicado por The World Bank/ The William Davidson Institute/ Stokolm Institute for Transition Economies, 2000, p. 4.
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- -2 Reforma, 02/10/04, 2-A
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- -3 Convocatoria al Premio Anual 2004 “Ética y valores en la industria” bases,
- -www.canifarma.org.mx/noticias/convocatoria.htm

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